Nunca se le ocurra tomar el teléfono de Serena Williams porque ella lo perseguirá y, lo más seguro, lo atrapará. Esa fue la lección que aprendió un hombre cuando le robó el celular a la tenista estadounidense mientras ella cenaba en un restaurante en Estados Unidos. La campeona de 21 títulos de Grand Slam contó en detalle la anécdota en su página de Facebook en la que aparece vestida de Superchica: "Anoche, mientras cenaba, me pasó una de las cosas más locas", comentó la menor de las hermanas Williams. Serena, quien decidió alejarse del tenis unos meses para recuperarse de lesiones que la afectaban, contó que un ladronzuelo "agarró mi teléfono y se fue con rapidez". "Sin pensar reaccioné (de allí la foto de Superchica), me levanté, me abrí paso y salí del acogedor restaurante (saltando sobre una silla o dos) y lo perseguí". La tenista resaltó que ella fue "demasiado veloz" para el hombre y que lo alcanzó "en un destello". "Con la voz más amenazadora, pero calmada, que pude poner, le pregunté amablemente si había tomado por accidente el teléfono equivocado". "Él tartamudeó con sus palabras, probablemente porque no esperaba que le pasara eso. Al final dijo: '¡Vaya! ¿Sabes qué? Lo hice. Todo estaba muy confuso allí y cogí el teléfono que no era'". Cuando regresó al restaurante, Serena contó que fue ovacionada y describió que fue "una victoria para las mujeres". "Mostré a todos los hombres que andan por ahí que puedo hacerle frente a los abusadores". "¿Superhéroe? ¡Claro que sí! Tengo la velocidad, los saltos, la potencia, el cuerpo, la seducción, la atracción sexual, la fuerza, el liderazgo y la calma para paliar la tormenta", fue su autodefinición.