KENIA ESTA en estado de shock desde el 13 de julio, cuando uno de sus colegios de bachillerato se convirtió en escenario de un estallido de violencia que dejó como saldo 19 niñas muertas y 71 violadas.Ese día, las 283 alumnas de la escuela católica secundaria de San Kizito, fueron atacadas por sus 304 compañeros, por haberse negado a participar en una huelga contra el rector. En busca de una explicación, los analistas locales apuntan a la cultura de la violencia que impera entre las clases dominantes, al bajo nivel de respeto hacia las mujeres y a la extrema tensión que viven los estudiantes, no sólo por las malas condiciones de los establecimientos, sino por un pénsum académico demasiado exigente. Desde junio, las protestas han motivado el cierre de nueve colegios y siete universidades.