Los inversionistas señalan que la falta de información de fábrica los llevó a registrar millonarias pérdidas, por el desplome de cerca del 40 por ciento de las acciones de la compañía cuando estalló el escándalo. El problema comenzó el 18 de septiembre del año pasado cuando Volkswagen reconoció haber modificado los motores de vehículos Audi, Seat y Porsche, entre otros, para falsear el nivel de emisiones contaminantes. Analistas estiman que el costo total de las demandas de la compañía podrían superar los 30.000 millones de euros.