Bogotá.- Una colombiana que sobrevivió al accidente de aviación en Madrid en el que murieron 153 personas considera que "volvió a nacer", que Dios le ha dado una segunda oportunidad y ahora ella necesita hacer "cosas grandes" en su vida. En declaraciones desde su lecho hospitalario en Madrid, Ligia Palomino Riveros, una doctora colombiana de 42 años, dijo el jueves a la cadena radial colombiana Caracol que poco a poco ha ido recordando ciertas cosas de lo sucedido. "Yo creo que esto es una oportunidad que me está dando Dios", dijo. "He vuelto a nacer. Tengo que hacer muchas cosas grandes en mi vida". En total, 153 personas murieron el miércoles en la peor tragedia de la aviación española en los últimos 25 años. Un avión modelo MD-82 de la compañía Spanair con destino a las Islas Canarias se salió de la pista y, tras elevarse levemente, se incendió y chocó envuelto en llamas contra el suelo en una hondonada de rastrojos y tierra seca anexa a Barajas. Su esposo, el español José Flores, iba con ella en el avión, también sobrevivió y está hospitalizado por fracturas en distintas partes del cuerpo. Palomino dijo que la operaron el miércoles de dos fracturas en los fémures de ambas piernas y que se encuentra bien. Indicó que en términos generales su esposo se encuentra en buen estado. Dijo que al parecer el piloto de la nave advirtió alguna falla porque hizo que el avión regresara en la pista, pero más tarde dijo que todo había sido solucionado y que partirían. "La verdad no sentí miedo, me pareció un vuelo como común y corriente hasta que despegó y empezó a tambalear", narró. La nave alcanzó a elevarse y después se inclinó al lado derecho y luego al izquierdo, dijo Palomino, e indicó que ella iba del lado izquierdo. "Yo salí disparada con el asiento. A mi alrededor veía muchos escombros, veía humo, veía un incendio... luego una niña que me pedía ayuda, yo no podía moverme; para mí fue mucha impotencia no poderme mover porque yo estoy acostumbrada a mi trabajo de médico", agregó en voz baja. Al final consideró que lo único que le quedaba era esperar. Llegaron los bomberos, pidió auxilio y comenzaron a prestarle asistencia. Palomino trabajó en la emergencia de un hospital de Madrid, que no identificó, cuando los atentados en el sistema de transporte madrileño.