“Lo nuestro duró, dice la canción de Sabina, lo que duran dos peces de hielo en un ‘whisky on the rocks’”. Un lapso similar duró el ‘amarillito’ que Luis Fernando Ramos supuestamente se bebió con el paramilitar Ernesto Báez en una finca en Bello, Antioquia. Así reza la versión de aquella “placentera” reunión revelada la semana pasada: la misma que la Corte Suprema de Justicia usó para dictarle medida de aseguramiento al exgobernador de Antioquia.