El virus del Zika está causando estragos. Desde la semana pasada se conoció que no es tan inofensivo como parece y que, incluso, podría causar graves problemas en las mujeres que queden embarazadas. Aunque no se ha establecido plenamente, las autoridades sanitarias han hallado vínculos de que si las mujeres en gestación son contagiadas por el virus, sus bebés podrían nacer con microcefalia, una enfermedad que hace que los niños nazcan con la cabeza anormalmente pequeña y tengan una alta posibilidad de retraso en el desarrollo motriz y del habla. Por eso, este lunes el presidente Juan Manuel Santos, al terminar un consejo de ministros en la Casa de Nariño, recomendó a las embarazadas no viajar a las áreas afectadas, alejarse de los sitios donde haya agua estancada y usar repelente. "Epidemia del zika es un problema en 20 países del continente, y en el país apenas comienza y se va a extender a lo largo del año. Se ha afectado 175 municipios en Colombia con casos ya comprobados", dijo el mandatario.   Pero más allá de la recomendación de las autoridades a las gestantes, esta situación volvió a revivir uno de los debates más polémicos en el país: el aborto. ¿Pueden las mujeres acceder a este procedimiento si están contagiadas con el virus del Zika? Semana.com habló con Silvia Plana, coordinadora de la Mesa por la vida y la salud de las mujeres, un colectivo de diversas organizaciones que trabajan en salud sexual y reproductiva, sobre los aspectos que deben tener en cuenta las mujeres que padezcan el zika. Lo primero, es que desde el 2006 el aborto está autorizado bajo tres causales: si el embarazo es producto de una violación, si está en riesgo la vida de la mujer o si el feto viene con alguna malformación. Plana explicó que la microcefalia es una malformación y, por eso, las mujeres tienen toda la libertad para decidir si se practican ese procedimiento o no. Además de eso, el mismo Ministerio de Salud ha manifestado que las gestantes con zika deben ser catalogadas como embarazos de alto riesgo. “Las mujeres deben tener claro que pueden decidir sobre sus derechos sexuales y reproductivos. (…) Tener un feto con microcefalia tiene complicaciones, y la mujer decide si lo quiere tener o no. Aquí importa tanto la vida, como la salud mental y económica de la mujer”, explica. Silvia Plana también asegura que las mujeres tienen el derecho a recibir una atención médica y ser asesoradas en el proceso. No solamente las gestantes, sino las mujeres que tienen una vida sexual activa y que quieren evitar un embarazo. “Es necesario que las mujeres conozcan la importancia de los métodos anticonceptivos y que la EPS tiene la obligación de dárselos y de asesorarlas, pues están incluido en el Plan Obligatorio de Salud desde el 2004”, dijo.   Un debate Para Silvia Plana lo que está ocurriendo con el zika deja al descubierto que a la educación sexual en el país le falta mucho por recorrer, pues –según dice- casi el 60 % de los embarazos son no planeados. “Lo que está ocurriendo no solo tiene que ver con el aborto, sino con la educación”, dice. Para ella no solo es cuestión de pedirles a las mujeres evitar embarazarse, sino que las instituciones del Estado también están en la obligación de brindarles atención y ofrecerles servicios de salud. “También hay que entender que el aborto no es un proceso fácil, y por eso las mujeres necesitan un acompañamiento”,  manifestó. ¿Qué hacer? Si una mujer está en embarazo y está contagiada con el virus del Zika, debe acudir al médico y verificar el estado de salud del feto. En caso de que el bebé padezca microcefalia, la gestante debe pedir un certificado y puede acudir a su EPS para que le practiquen el procedimiento. “En caso de que el feto no tenga malformaciones, pero la mujer se siente afectada en su salud mental o económica, puede acudir a un psicólogo que lo certifique y, con ese documento, también puede acudir a su EPS para practicarse el aborto”, dijo.