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POR LOS PASILLOS

Crónica de un rechazo anunciado

Desde que comenzó la agenda legislativa, este miércoles, se sentía en los pasillos del Congreso de la República, un aire pesado, el corre corre de camarógrafos, y el público hacia cola para entrar a la sala de la comisión séptima de la Cámara.

12 de junio de 2019

A las 9:00 de la mañana, era extraño el alboroto, pues en la agenda dentro de los temas del día aparecía el debate del proyecto de ley de etiquetado de alimentos, entre 24 proyectos más.

La sala estaba full y la sesión se corrió para las 10:00 a.m. Parecía un día normal, tras la verificación del quorum inició la jornada, con un paréntesis para que el representante Benedicto González, se despidiera de la comisión, pues era su último día en el Congreso, tras cuatro breves meses de estadía.

González, agradeció a sus homólogos el trato y la mini experiencia obtenida en el Congreso, instó para que siguiera el mismo ‘respeto’ que ha caracterizado a la comisión séptima en donde se tratan temas como la salud, seguridad social y familia.

Después la despedida de Benedicto, el presidente de la comisión séptima, Jairo Cristancho, del Centro Democrático) declaró nuevamente sesión formal para retomar la agenda, pero empezaron a levantarse algunos congresistas y las miradas se centraron en el ingreso de un nuevo congresista que remplazaría a Benedicto: Jesús Santrich o Zeuxis Pausias Hernández Solarte, que llegó tarde tras la definición de su esquema de seguridad.

Con su chalina blanca con cuadros negros, se sentó en su curul, el ex guerrillero de las Farc, ahora representante de la Cámara. Tras un corto silencio, la representante por el Meta, del Centro Democrático, Jennifer Kristin Arias Falla, intervino entre sollozos y una voz temblorosa para protestar por la presencia de Santrich, y anunciar que se retiraba del recinto.

Su protesta, tenía un antecedente: según ella, Santrich era responsable de la muerte de uno de sus familiares. Y, dijo, que pese a que respetaba la presencia de los demás miembros de la Farc, no podía compartir curul con el nuevo congresista.

Al igual que Arias, el presidente de la comisión también dejó su voz de protesta por la llegada del nuevo congresista, y en un acto de irreverencia levantó la sesión. Uno a uno se fueron levantando los legisladores que faltaban, pues ya el quorum se había disuelto.

Entre asombrado y tranquilo, el ex guerrillero y ahora congresista, pidió, en su primer día en el Congreso, más tolerancia y comprensión “Nosotros tenemos los brazos, el corazón y el alma abierta para atender todos los requerimientos de las víctimas", afirmó Santrich.

Quedan pocos minutos para que comience la plenaria de Cámara de Representantes, en donde se dará un debate de control político al TLC, y el run run en los pasillos es que se escucharán más voces de protesta por la llegada de Santrich, quien debe estar presente en su primera plenaria. Este sería la segunda gran prueba del día para el exguerrillero que no la tendrá fácil en el Congreso.