Injusto, por decir lo menos, el contenido del confidencial publicado en
la última edición de esa revista, en la que se afirma que la
Superintendencia de Notariado y Registro es un desafortunado ejemplo de
ineficiencia en el sector público, ligando tal afirmación con la
creación de las superintendencias delegadas para el Notariado y para el
registro de Instrumentos Públicos y la Dirección Financiera. Y así lo
considero porque tal decisión de orden administrativo fue adoptada por
el Gobierno Nacional con el único objetivo de oxigenar la
administración entrante y permitirle afrontar el reto de modernizar la
entidad afectada por una excesiva concentración de poder que, temo no
equivocarme, afectó su gestión.
Por ello, es apenas razonable que esta nueva dirección, que apenas
termina de conformar su cuadro directivo, se le conceda un tiempo
prudencial para que muestre los resultados esperados por la ciudadanía
y el propio Gobierno.
Ahora bien, respecto al proyecto de unificación de los archivos de las
Oficinas de Registro, su objeto en esencia consiste en la
sistematización e integración de 40 de esas, incluyendo las más
importantes del país (no 190 como dice su nota, además, 57 de las
cuales están sistematizadas en otro formato). Dicho contrato fue objeto
de varias adiciones y modificaciones. De tiempo atrás han existido
dificultades en la ejecución del mencionado contrato, sin que las
mismas sean atribuibles a la actual administración.
Lida Beatriz Salazar
Superintendente de Notariado y Registro
De la superintendente de notariado
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27 de abril de 2007, 12:00 a. m.