Con relación al artículo de Finanzas de la edición anterior, La libor
criolla, creo que el tener una tasa de interés de referencia
representativa es un movimiento positivo, sobre todo si contribuye a la
reducción de costos de los créditos, en particular de los grupos de
menores ingresos. Pero se requiere una ampliación del mercado de
capitales que dé mayor participación a las acciones y bonos de mediano
y largo plazo y a la diversificación de la propiedad accionaria.
Igualmente, el precio del dólar debe estar referenciado a su oferta y
demanda total, teniendo en cuenta el endeudamiento del país y su
déficit comercial y de finanzas públicas y no sólo los capitales
especulativos de corto plazo por venta de empresas, remesas de
colombianos del exterior y capitales golondrina. Actualmente esas
entradas masivas están generando una especulación en contra del peso,
un crecimiento muy alto de los precios de la vivienda, mientras que el
aumento del salario mínimo va con la inflación que reporta el DANE y
que nada tiene que ver con los precios de los supermercados. Imitar a
los países más avanzados con derivados y otros instrumentos es bueno,
pero sacar al 50% de la población de la pobreza es el objetivo
principal.
Manuel Gilberto Rosas.
La nueva tasa
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11 de mayo de 2007, 12:00 a. m.