Relaciones

Cuando lo laboral se convierte en personal

Evitar malos hábitos entre compañeros es clave para mantener las buenas relaciones en el trabajo.

Sandra Liliana Miranda Forero
16 de septiembre de 2016

El ambiente laboral sin duda, es uno de los escenarios más complicados para poder entablar relaciones fluidas y una comunicación asertiva, en gran parte, porque se suelen encontrar diferentes tipos de jefes y diferentes tipos de compañeros de trabajo. A diferencia de otros espacios, en donde no existe una competencia tan alta por obtener un cargo, un ascenso, un incremento salarial o en sí, un reconocimiento profesional, en el trabajo sí es común emplear la estrategia del “todo se vale” o del “ganar a como de lugar”, lo que resulta generalmente en rencillas personales y enemistades que terminan afectando la eficiencia y productividad de todos.

Por otra parte, en varias situaciones, es muy complicado por objetivos que seamos (o presumamos serlo), separar los comentarios, recomendaciones y críticas laborales del concepto personal, que creemos que tienen de nosotros y que tenemos de los demás. Este artículo, pretende darle algunas recomendaciones básicas, para que su trabajo no le haga perder la cabeza y para que lo laboral no lo haga perder el sueño y la tranquilidad en las noches.

Esté alerta, pero no se sugestione

La clave para mantener la tranquilidad en el trabajo no es ser pasivo o falto de malicia. Siempre (así como en otras situaciones), encontrará personas que sienten agrado o desagrado por usted, y esto no debe preocuparle. A usted lo contratan por hacer bien su trabajo y no por buscar caerle bien a los demás. Ahora bien, no olvide que existen reglas básicas de respeto y convivencia que sí deberá mantener.

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En lo demás, despreocúpese por el hecho de recibir o no una palmada en la espalda, cada vez que usted considera que hizo un trabajo sobresaliente, pero nadie le dio las gracias o no gustó tanto como usted esperaba. Por el contrario, cuando reciba un “regaño” de su jefe o un llamado de atención por algo en particular, nunca pierda la calma ni se victimice; sepa analizar lo que le están diciendo y objetivamente reconozca su error si lo hay, pero tampoco acepte fallas que posiblemente fueron de otras personas. A veces, los jefes buscan probar su madurez o buscar ciertos puntos débiles que adelante jugarán en su contra. No se trata de ser descarado, pero tampoco de ser sumiso o débil. La actitud que usted demuestre desde el comienzo, lo hará ganar respeto o perderlo por completo y será muy complicado cambiar esta percepción a futuro.

Cuando los jefes son variables de carácter

Los jefes así como usted, también enfrentan problemas personales, presiones laborales y son quienes deben poner la cara por el equipo. Ellos también se estresan, se ponen de mal genio y pueden equivocarse. Cuando usted vea que su jefe llega con mal carácter o de pronto es injusto en alguna de las apreciaciones de su trabajo, sin perder el control y hacer una pataleta como un infante, respire profundo, dígale que lo comprende y que asume su responsabilidad (solo en lo que en verdad deba hacerlo), pero con argumentos sólidos demuéstrele que está equivocado si es el caso. Si es una persona sensata, sabrá que se equivocó y aunque no lo exprese directamente, verá el cambio en su actitud. Pero no se tome esto como personal, ni se predisponga con él por ello.

Los rumores, la susceptibilidad y las opiniones de los demás

Está comprobado que uno de los peores enemigos de un óptimo clima laboral, son los rumores. No hay nada más peligroso que hacer parte de los corrillos de grupos en las empresas. En primer lugar, no querrá que lo asocien como parte del “grupo de chismosos” de la compañía; esto hará que sus compañeros y superiores no confíen en usted. En segundo lugar, usted puede hacerse ideas equivocadas tanto de las personas como de las situaciones en la empresa, puede creer que es verdad que van a despedir gente, que van a recortar los salarios, que van a quitar algún beneficio laboral, etc., cuando posiblemente sean tan solo rumores que la gente amplia, por el simple gusto de sembrar terrorismo.

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Hasta que no haya comunicados oficiales, nada es seguro. Incluso, hasta que a usted directamente no le digan algo negativo de su trabajo o que efectivamente van a cancelar su contrato, no se haga ideas erradas de la imagen que tiene con su jefe o con sus compañeros. No caiga en la sugestión de pensar que lo miraron mal, que no lo saludaron, que su jefe está molesto, etc. Si tiene dudas, es preferible preguntar directamente si hay algún malestar (aunque esto implicaría darle importancia a algo que no es aún real y pueda que no lo sea)

Si algunos compañeros hablan de mal de alguien, dese la oportunidad de crear sus propias percepciones en vez de caer en este tipo de externalidades de redes positivas, que son opiniones que usted crea solo porque los demás las tienen. Recuerde que cada uno habla de lo que le parece y de cómo le va en la fiesta, es decir, que pueda que lo que escuche no sea verdad o al menos no en un 100%. Por último, dude de quien le habla mal de otra persona, ya que no sería de extrañarse que también hablara mal de usted.

En conclusión y aunque no podemos negar que al permanecer gran parte de nuestro tiempo en las actividades laborales, ver todos los días a las mismas personas y convivir en medio de intereses creados, envidias y personas que piensan y sienten, no es fácil separar lo laboral de lo personal, si debe procurar que los temas del trabajo no le quiten la calma, no le roben el sueño y no lo dejen caer en la trampa del chisme, los comentarios y las subjetividades que pueden conducirlo en últimas a hacerse ideas que no son o peor aún, a tomar decisiones equivocadas, como renunciar a su trabajo. Calidad en su trabajo, prudencia, tranquilidad (no pasividad) y una comunicación asertiva son las principales claves no solo para sobrevivir en el trabajo, sino para disfrutarlo con la mejor actitud posible, sin importar la que los demás tengan. De hecho, preocuparse solo por su actitud ya es demasiada tarea.

Algunas de las cosas que jamás debe hacer si es empleado o jefe

  • Llorar en el trabajo (a menos que sea algo que no pueda controlar)
  • Insultar a alguien (aunque a veces haya motivos)
  • Tomar licor en exceso en reuniones laborales o sociales en donde haya personas de su oficina
  • Hablar de su vida personal con todo el mundo
  • Preguntarle a su jefe cosas de su vida privada o contarle aspectos de la suya (aunque haya mucha confianza). A veces esta información se puede volver en contra suya o revelará puntos débiles de su personalidad, que no le interesa
  • A menos que tenga un grupo de amigos muy sólido, evite las reuniones sociales fuera de la empresa y más si son en su casa o en espacios personales. Hay aspectos de su vida privada que es mejora (sin que tengan nada de raro), reservar para usted.

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*Magíster en Economía y Economista

Profesora Departamento de Economía

Universidad Javeriana

sandra.miranda@javeriana.edu.co. En Twitter: @salimifo