Un análisis del mercado chileno indica que hay oportunidades en productos de agroindustria, muebles y madera, confecciones y textiles, química básica y servicios. El potencial de negocios es amplio porque el ingreso del consumidor chileno es alto.

Chile, un vecino por explorar

En agroindustria, autopartes, confecciones, industria química, muebles y madera, entre otros, están las principales oportunidades, y las cadenas productivas para llegar a Asia tienen un amplio potencial.

10 de julio de 2009

Elaborar materias primas en Colombia, convertirlas en productos terminados en Chile y exportarlos a los países asiáticos, con aranceles preferenciales, ya no es el simple sueño de unos empresarios entusiastas de los dos países. En pocos meses se convertirá en una realidad.

La iniciativa hace parte del proyecto Encadenamientos Productivos', impulsado por los gobiernos de Colombia y Chile, cuyos resultados se conocerán en un par de meses y que busca identificar aquellas cadenas productivas que podrían desarrollar, de manera complementaria, los dos países para aprovechar el Tratado de Libre Comercio binacional que entró en vigencia el pasado 8 de mayo.

José Palma Tagle, presidente de la Cámara de Comercio Colombo-Chilena, explica que el objetivo es aprovechar el potencial colombiano en la producción de bienes agropecuarios como café, azúcar, cacao, caucho y frutas tropicales, para mencionar solo algunos, y la capacidad industrial de Chile en el procesamiento industrial alimentos, para potenciar la fabricación de productos de exportación a terceros países.

"Se trata de un gana-gana que aprovecha la complementariedad que existe entre los dos mercados", explica este experto, para quien el potencial de negocios pasa por el tema agropecuario, pero va más allá, a sectores industriales y de servicios.

Y es que el nuevo TLC abre amplias oportunidades para los dos países. Juanita Téllez, jefe de investigaciones del BBVA, destaca que el TLC firmado entre los dos países no solo tendrá un impacto en el comercio binacional sino también en materia de inversión, "un campo en el que el potencial es inmenso", acota.

Para esta economista, las mayores oportunidades de inversión se presentan en estos momentos en el área de infraestructura, dado que Colombia avanza en un programa para mejorar su competitividad vial, de puertos y aeropuertos. En Chile existen inversionistas y empresas con amplia experiencia en desarrollo de este tipo de obras.

Las oportunidades

Oportunidades en agroindustria, autopartes, artículos de dotación, industria química, muebles y madera, metalmecánica, materiales de construcción, confecciones y textiles, software y call centers, entre otros, tienen los empresarios colombianos en el mercado chileno, de acuerdo con estudios preliminares de Proexport.

Durante un reciente seminario de divulgación de los beneficios del TLC entre Colombia y Chile, Jorge Hernán Gutiérrez, director de la oficina comercial de Proexport en Chile, señaló que entre las características de este mercado se destaca la estacionalidad para alimentos y vestuario, la alta participación de marcas propias, el potencial interesante de compra que tienen -en la mitad de las visitas realizadas al comercio los chilenos realizan una compra efectiva- y el alto volumen de tarjetas de crédito (25 millones).

En agroindustria se destacan las compras que hace Chile de carne, por US$418 millones al año, y en azúcar, por US$222 millones, así como las importaciones de aceites y grasas, confitería, mezcla de alimentos para animales y derivados del café, entre otros.

En autopartes, las oportunidades se concentran en productos como baterías, frenos y sus partes, hojas de resortes, suspensión, llantas, discos y filtros, mientras que en industria química se destacan sus compras de cosméticos -venta de catálogos y profesional-, adhesivos y pegantes, fertilizantes e insumos para la industria plástica, colorantes, cosmética, farmacéutica y alimentos.

En el sector de muebles, el potencial más alto se encuentra en sillas y sofás de cuero, mobiliario de oficina e institucional, mientras que en confecciones y textiles se destaca la demanda de jeans, ropa interior femenina, productos de venta por catálogo, franquicias de marcas con posicionamiento regional y textiles industriales.

El consumidor chileno tiene un poder de compra superior al colombiano, su PIB per cápita alcanzó en 2008 los US$10.367; tiene entre sus principales gastos los del hogar, que incluyen vehículos, vivienda, viajes, restaurantes, servicios públicos, gasolina y estudio, entre otros. De acuerdo con Gutiérrez, los chilenos buscan estar a la vanguardia en tecnología, como quiera que cuentan con más de 15 millones de líneas celulares, el 23,9% de los hogares tiene televisión satelital o por cable y los consumidores valoran la variedad y los bajos precios, en buena medida porque son exigentes y bien informados.

La estructura de consumo en este país muestra una gran diversificación, habida cuenta que el 26% de las compras las hacen en supermercados; 13% en grandes tiendas; 8% en el canal tradicional; 23% en ferreterías; 5% en farmacias y perfumerías y el 25% restante en consumo local y otro tipo de establecimientos.

En 2008, las importaciones chilenas totalizaron US$56.745 millones, de acuerdo con el Banco Central de Chile, mientras que sus exportaciones llegaron a US$69.580 millones, en las que productos básicos como el cobre tienen un peso cercano al 52%.

Chile es uno de los países más globalizados; es así como, cuenta con Tratados de Libre Comercio con Panamá, Japón, China, Estados Unidos, México, Corea del Sur, Centroamérica, EFTA, Australia, Perú y Colombia. También tiene Acuerdos de Asociación con la Unión Europea y hace parte del P-4, junto a Nueva Zelanda, Singapur y Brunei y acuerdos de complementación con Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Cuba y el Mercosur.

Con un escenario comercial apalancado por el TLC, las oportunidades están servidas con Chile. Ahora, serán los empresarios los encargados de hacerlas realidad.