LA PARABOLICA DE LOS OCHOA

11 de marzo de 1991

Hace algunos días Jorge Luis Ochoa hizo una solicitud ante el alcalde de Itaguí para ver si le concedían un permiso para instalar una antena parabólica en la cárcel. El alcalde, algo desconcertado, decidió elevar consulta a la Dirección Nacional de Prisiones. Como no existían antecedentes de solicitudes de esa naturaleza por parte de los presos colombianos, se estudió el asunto seriamente para determinar si iba en contravía de las normas carcelarias. Teniendo en cuenta que Ochoa hizo su solicitud en forma muy respetuosa, aclarando que los costos correrían por cuenta de su familia. La Dirección de Prisiones no encontró norma alguna que le impidiera acceder a la solicitud. Una vez aprobada, sin embargo, el propio Ochoa optó por una fórmula más discreta, que fue montar una antena que permitiera captar la imagen de TV Cable.