Pese a las reiteradas afirmaciones del ministro de Hacienda, Edgar Gutiérrez Castro, de que el gobierno no asumiría las deudas del sector financiero contraídas con la banca internacional a menos que éstas estuvieran debidamente legalizadas, el gobierno se ha visto obligado a desembolsar cerca de 20 millones de dólares para cancelar deudas contraidas entre el Banco Nacional y el Banco del Estado y sus corresponsales extranjeros. Este cambio de posición obedeció a que en una reunión reciente sostenida en Bogotá con un grupo integrado por representantes de los más importantes bancos internacionales, éstos últimos sometieron el otorgamiento de nuevas líneas de créditos a la banca colombiana a la cancelación de estas deudas.