El proceso de canalización de los arroyos tomaba, en promedio, dos años. | Foto: Cortesía Alcaldía de Barranquilla

CANALIZACIÓN

Paso a paso: así desaparece la amenaza de los arroyos en Barranquilla

Desde 2008 se han canalizado 66 kilómetros de los más peligrosos de la ciudad. Hablamos con los ingenieros que asumieron esta labor y nos explicaron en detalle las obras realizadas.

9 de octubre de 2019

Trasladar la ciudad. Esa era la única solución que parecía posible para combatir el problema de los arroyos en Barranquilla. Estas corrientes se producían con la lluvia, superaban los tres kilometros de longitud y alcanzaban velocidades de hasta 12 metros por segundo; es decir, iban un poco más rápido que el desplazamiento habitual de los delfines. Por eso los arroyos –que tienen un nombre amable, suave e inofensivo– eran tan peligrosos.

En el norte de la ciudad, donde los terrenos son arcillosos, rocosos y duros, estos arrastraban por igual automóviles, buses y ciudadanos. Y en los sectores del sur, que tienen suelos arenosos y más blandos, podían empujar incluso algunas viviendas. De hecho, en los meses de abril y mayo, cuando se presentan los veranos más fuertes en la región, estos arroyos eran una amenaza latente para los barranquilleros.

La situación empezó a cambiar en 2008. En ese año la administración distrital inició un plan para canalizarlos. No fue fácil. Como explica el secretario de Obras Públicas del Distrito, Rafael Lafont de Sales, “todo el mundo le había sacado al cuerpo al problema, no existían ni los diseños ni la técnica para solucionarlo. Además no había plata”.

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¿De qué forma lo lograron? ¿Cómo se explica que en los últimos diez años hayan desaparecido más de 66 kilómetros de arroyos en Barranquilla? Consultamos con los ingenieros que asumieron la labor de ‘desahogar’ a la ciudad y reconstruimos, paso a paso, el proceso.

1. Entre 2008 y 2011 se canalizaron 45 kilómetros de arroyos, principalmente del sur de la ciudad. La inversión por parte del Distrito fue de alrededor de 500.000 millones de pesos.

2. Entre 2012 y 2015 se empezaron a intervenir los primeros arroyos en el norte del Distrito, como los de las calles 84, 79 y La María. Para ello, el Banco Mundial hizo un diagnóstico.

3.Pero faltaban los arroyos más largos y caudalosos. Entonces, entre 2015 y 2017 un grupo de cuatro jóvenes ingenieros costeños, expertos en hidráulica, complementaron el estudio, corrigieron los tamaños de las cuencas e hicieron los diseños.