La participación ciudadana se concibe como herramienta para trabajar, desde miradas e ideas diferentes, diversas y muchas veces opuestas, en el fortalecimiento de una sociedad que garantice derechos. La participación ha conducido a la reivindicación de derechos de sectores minoritarios e históricamente excluidos, que al empoderarse han logrado avances con el fin de eliminar o reducir las desigualdades de tipo social, político o económico. Eliminarlas del todo es una meta lejana pero no imposible. Participar debe implicar, entonces, que dichos sectores lideren procesos dinámicos y de acciones efectivas que se concreten en prácticas sociales de interacción colectiva en contra de la discriminación.En ese marco de acción, la apuesta común de los sectores LGBTI ha sido singular. Las orientaciones sexuales diversas son materia de construcción de una subjetividad política particular, cuyo empoderamiento ha sido garantizado desde diversos niveles del Estado y la sociedad. En Colombia, por ejemplo, varios fallos de la Corte Constitucional se han convertido en jurisprudencia a favor de los sectores LGBTI, a quienes ha permitido obtener derechos patrimoniales y civiles antes otorgados de manera exclusiva a las personas heterosexuales. Los fallos que han sido base de algunos de estos avances son el resultado de iniciativas activadas desde la organización propia del movimiento social, a través de su participación en diferentes ámbitos sociales y políticos. No obstante, y a pesar de los logros alcanzados, siguen persistiendo niveles de prejuicio y discriminación, que vienen del desconocimiento y construcciones culturales limitantes.En el caso particular de Bogotá, las demandas de los sectores LGBTI lograron materializar la construcción de la Política Pública para la garantía de derechos de los sectores LGBTI, que desde 2007 demarca otras formas de relación entre el Administración Distrital y la sociedad, logrando avances y cambios culturales. Estos cambios se ven reflejados en espacios concretos de participación y acción, no solo del movimiento social sino de las administraciones distritales, cuya voluntad política ha permitido disponer programas y recursos en pro de disminuir niveles de discriminación, mejorar la calidad de vida y reconocer la experiencia histórica de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas.Se ha entendido que la vivencia de derechos y libertades se enuncia a partir del reconocimiento de la dignidad y el respeto a las diferencias, que supone un pensamiento y un actuar únicos, pues todos los seres humanos en general tenemos los mismos derechos para actuar desde nuestra subjetividad.Uno de los propósitos más significativos de la Administración Distrital Bogotá Mejor para Todos es aquel que propone en sus ejes transversales generar un cambio cultural mediante la recomposición del tejido social, sobre la base del reconocimiento de la pluralidad como realidad fundante de las diversas formas de ser, estar y habitar la ciudad. En ese sentido, el Programa Bogotá Distrito Diverso constituye un parámetro de acción en el cual se han generado proyectos de inversión dedicados a fortalecer y promover la participación social y política de los sectores LGBTI, a través de diferentes actividades en las localidades y territorios de la ciudad. En esa acción particular, que pretende erradicar cualquier modo de exclusión, el Instituto Distrital de la Participación (IDPAC) diseñó e implementó la estrategia “Vive la Diversidad, Termina con la Discriminación”, a partir de la cual hemos venido generando, con las diferentes franjas poblacionales, espacios de análisis y reflexión que nos han permitido avanzar en la visualización, discusión y transformación de problemáticas en torno a la discriminación, el racismo y la xenofobia, para así garantizar escenarios libres de prejuicios. Esa es la meta final de esta estrategia.El eje se basa en la consolidación de agendas políticas de las instancias locales y distritales, para que encuentren complemento en la acción transformadora liderada por ciudadanía y organizaciones civiles relacionadas con el sector LGBTI. Con esto se quieren generar actividades concretas para transformar patrones culturales altamente diferenciales, generadores de exclusión y, al mismo tiempo, identificar y apoyar las buenas prácticas que se materializan en acciones efectivas que están logrando innovar y avanzar en la meta de reducción de la discriminación para hacer de nuestra ciudad una capital incluyente, diversa y garante de derechos que concrete, sin excepciones, la felicidad como derecho común.*Director del IDPAC, Alcaldía Mayor de Bogotá