Alrededor de 1 millón y medio de personas forman parte del cuerpo constituido por las Naciones Originarias. | Foto: Greg Huszar

Cultura

Descubra los primeros pobladores de Canadá

Los pueblos autóctonos de Canadá forman parte esencial de su historia cultural. Unas 634 organizaciones agrupan hoy a los primeros habitantes de estas tierras.

2 de julio de 2017

Para un país donde la inclusión y la justicia social forman parte de su vocación desde los tiempos fundacionales, el ensamblaje de los pueblos y costumbres aborígenes ancestrales a los esquemas y leyes del Estado ha sido un desafío mayúsculo. Un reto lleno de desencuentros y una lucha por reivindicar su historia y cultura. Hoy, más de 634 poblaciones representan a las denominadas Naciones Originarias, las tribus autóctonas de Canadá.

Alrededor de 1 millón y medio de personas forman parte del cuerpo constituido por las Naciones Originarias (Canadá tiene 36 millones de habitantes). Viven tanto en reservas naturales como en contextos urbanos, especialmente en la parte norte del país. Se calcula que hay 50 naciones o grupos culturales con sus propias lenguas y culturas. Allí se celebran elecciones cada tres años para elegir gobiernos indígenas que cuentan con un importante grado de autonomía. Entre los grupos están los Abenikies, los Huron-Wendats o los Iroqueses. También están los Inuit, mejor conocidos, pero mal llamados, esquimales. Estos habitantes del ártico no forman parte de las Naciones Originarias, pero son una de las poblaciones más antiguas del país.

El gobierno canadiense ha impulsado diversas iniciativas para reconciliar y reparar la turbulenta memoria oficial con sus pueblos indígenas. En 2015, por ejemplo, se publicaron varios informes del Centro Nacional para la Verdad y la Reconciliación donde se continuaba el proceso de clarificar la nebulosa política de escuelas residenciales que durante casi un siglo, hasta 1996, arrancó de sus familias a por lo menos 150.000 niños indígenas para internarlos en centros donde se les inducía de forma forzosa a la asimilación. Se les negaba su identidad, se les prohibía hablar su idioma y hay denuncias de múltiples abusos. El primer ministro, Justin Trudeau, ofreció excusas el pasado mayo ante el papa Francisco por el papel de la Iglesia Católica en la administración y organización de estas escuelas.

Este año se celebrarán dos acontecimientos deportivos que marcan claramente el rumbo que el país quiere darle a su reconocimiento de la riqueza y diversidad humana y cultural. El primero son los Juegos Indígenas de Norteamérica, que se celebran del 16 al 23 de junio en Toronto. Tan solo unos días más tarde se dará inicio a los Juegos Mundiales de las Naciones Indígenas, entre el primero y el 9 de julio en Edmonton, capital de la provincia de Alberta. El embajador de estos últimos se llama Wilton Littlechild, líder político de su comunidad y quien resume de la siguiente forma la importancia de las gestas: "Tenemos una oportunidad. Debemos mirar el pasado, ver qué se hizo mal, y el daño que causó. Pero al mismo tiempo, si queremos avanzar, tendremos que celebrar algo. Los deportes tradicionales y los juegos tienen el poder de hacer eso y de unir a la gente".