Casas campestres en Rionegro, el sueño de muchos

Sesenta años dedicó a su oficio un médico radiólogo de Medellín. Mucho tiempo atrás, cuando la vejez era apenas una palabra, él se propuso destinar una parte de su sueldo para el día en que se retirara. Hace diez años, cuando vio más cercano ese día, él y su esposa consideraron invertir sus ahorros en la construcción de su propia casa, en una zona alejada de la ciudad, del ruido y la polución. Tres años más tarde compraron un lote en Rionegro para empezar a levantar los cimientos de ese sueño.

“Buscamos entre constructores con desconfianza”, reconoce el médico que prefirió mantener su nombre en reserva, y recuerda que varios familiares les recomendaron no invertir en algo que les “generaría más problemas que soluciones”. Sin embargo, siguieron adelante y “ha sido de las experiencias más satisfactorias de nuestras vidas”, agrega. Conocieron entonces a Hugo Orozco, un constructor con más de 30 años de experiencia en proyectos de vivienda, ampliamente reconocido en la región del Oriente antioqueño. “De todas las opciones que teníamos, lo escogimos por sus acabados, el terminado de las obras y la calidad de los productos”, comenta el médico.

Como en el 70 por ciento de los casos que le llegan a Orozco, la pareja ya sabía cómo quería la casa. La empresa Orozco Constructores parceló el terreno y, con base en la propuesta del médico y su señora, levantó la vivienda en poco más de un año. El anhelo inicial de los esposos era que la casa fuera un espacio para descansar de la vida urbana los fines de semana, “pero después de seis meses de estar viviendo aquí de largo, decidimos no volver a nuestro apartamento en Medellín”. Están lo suficientemente cerca de la ciudad como para acceder a los servicios que necesitan, y lo suficientemente lejos como para respirar aire puro y permanecer en contacto con la naturaleza. El lugar se convirtió en “todo lo que habíamos soñado”, complementa.

Ese es el trabajo que por décadas ha hecho Orozco Constructores, una empresa creada en Rionegro y que ejecuta proyectos en Antioquia y otras regiones del país. Desde el comienzo, la firma se enfocó en las casas-finca, y en los últimos años se ha dedicado a la estructuración urbanística.

Algunos ejemplos de ello son las parcelaciones Valverde y Bosques del Retiro, en El Retiro; Altavilla y Los Guayabos, en Rionegro, y Bosques de la Primavera y Pinares, en La Ceja, al igual que proyectos comerciales como las residencias estudiantiles y el mall que construirá en inmediaciones de la Universidad de Antioquia, seccional oriente.

Arte en madera

Un valor agregado de la compañía es que desarrolla gran parte de sus proyectos en madera, lo que se ha convertido en su sello, y en “un orgullo para la empresa y la región”, según expresa Mario de Bedout, gerente comercial y socio inversionista. Esa fue una de las razones por las que el médico y su esposa escogieron la firma.

Orozco Constructores extrae la madera de árboles sembrados y cultivados para su aprovechamiento. Por ejemplo, diseña las puertas de las casas en un tamaño por encima de los 2,50 a 3 metros de altura. Además, hace los esqueletos en acero, ya que “la madera es un ser vivo y necesita de un buen manejo en la parte estructural”, explica Orozco.

La firma también adelanta un proyecto de granjas autosostenibles en Marinilla; en el municipio de La Ceja, un parque industrial de 12.000 metros cuadrados de bodegas donde espera ubicar su sede principal. Otro megaproyecto es el del Cañón de los Loros en San Jerónimo que incluirá hotel, 130 lotes, 100 casas campestres, 30 cabañas en una reserva y restaurante. Además trabaja en un proyecto comercial, turístico y residencial en Doradal, corregimiento de Puerto Triunfo. “Creemos en el desarrollo de esa región en el corazón de Colombia, que tiene unas características especiales en cuanto a ubicación, clima y topografía”, revela de Bedout.