El estereotipo del sabio canoso y de pelo alborotado que, sumergido en su mundo, tiene serios problemas para comunicarse con los demás afecta a científicos y filósofos. Estos últimos acortaron un poco esta distancia gracias a El mundo de Sofía, la novela del noruego Jostein Gaarder que se convirtió en una guía amena de la filosofía occidental. En la ciencia, los divulgadores han asumido la tarea. En este oficio hay que recordar los libros de Isaac Asimov, la inolvidable serie para la televisión Cosmos, de Carl Sagan, y en Colombia los libros de Antonio Vélez. Esa lista ha crecido en los últimos años con dos nombres, el del español Eduardo Punset y el del británico Richard Dawkins, brillantes y muy populares, que han marcado nuevas pautas con su notable capacidad para hacer parecer sencillos temas de enorme complejidad.Punset Su aspecto es un poco de científico loco y tiene un aire a Einstein. Es abogado y también estudió Economía. Fue periodista económico de la BBC y del semanario The Economist. Tras un paso por el FMI, entró a la política: fue diputado del Parlamento de Cataluña, eurodiputado y ministro de Relaciones para las Comunidades Europeas. Luego se volvió especialista en nuevas tecnologías. Un día, en una reunión social con Francis Crick, uno de los investigadores responsables de haber descubierto la molécula del ADN, vio cómo este manoteaba mientras hablaba por teléfono. Era su editor, quien quería que modificara un texto y lo escribiera "para la gente". El científico argumentó que él nunca había hablado así, por lo que le pidió a Punset que lo ayudara. De este episodio nació la idea de crear Redes, programa con este fin que él mismo presenta y que se emite desde 1996 por Televisión Española. Se puede ver en http://www.rtve.es/television/redes/ y su formato es sencillo: en cada emisión Punset dialoga con un experto en un tema que, por lo general, acaba de publicar un texto que ha causado impacto. La conversación parece la de dos viejos amigos que evitan caer en la aridez del lenguaje especializado. Para ayudar a explicar los temas más complejos con frecuencia recurren a animaciones con buenas dosis de humor. En el sitio web también están a disposición los podcasts con los audios de los programas y recursos para ahondar en cada tema. Punset es muy popular en su país. Una vez al mes es invitado al programa de Andreu Buenafuente, un espacio de entrevistas tipo late night muy popular en España. Sus lectores -ha publicado 13 libros- hacen largas filas para lograr que les firme un ejemplar, como ocurrió el año pasado en la Feria del Libro de Madrid. Sus obras, que incluyen varios best sellers, son muy parecidas al programa, conservan el mismo tono y retoman sus temas más cautivantes.En su éxito son claves sus relaciones, pues tiene acceso directo a la élite científica. También el que elija invitados interesados y con la habilidad de divulgar sus hallazgos. Su equipo de realización y los responsables de los guiones también tienen conocimientos en divulgación científica, y eso se nota. La diversidad de sus temas también es vital. Punset ha puesto sobre la mesa cuestiones tan disímiles como la posibilidad de que existan varios universos en un modelo cíclico que incluye una sucesión infinita de Big Bangs, como discutió con Paul Steindhart, físico de la Universidad de Princeton, o la forma como el cerebro percibe el paso del tiempo y por qué a veces este parece avanzar a diferentes velocidades. Aquí el invitado fue David Eagleman, de la Universidad de Texas. Y ha tocado temas más cotidianos como cuando el psicólogo Barray Schartz explicó cómo el exceso de opciones que ofrece el mundo occidental genera una permanente insatisfacción. Ha incursionado en la pedagogía, como cuando invitó a sir Ken Robinson, autor del muy comentado libro El elemento sobre las deficiencias del sistema educativo actual frente a los retos de la sociedad de la información.Pero, sobre todo, se destaca porque "tiene la capacidad de preguntar lo que la gente preguntaría si tuviera acceso a estos temas", como asegura César Gómez, profesor de la Universidad Javeriana y admirador de su trabajo. Gómez con frecuencia recurre a capítulos de Redes en sus clases. Lo hace porque con ellos los estudiantes pueden ver que "los libros son escritos por seres humanos, no por genios aislados del mundo. Es gente que tiene intereses -dice, y añade-: Los programas de 'Redes' permiten una relación directa con el productor de conocimiento. Eso da el contexto. Es una muy buena forma de aproximarse a un libro que plantea una relación distinta, pues ya se conoce al autor, ya lo ha oído hablar. Ayuda a quitarle el miedo al estudiante. Genera una relación distinta con la lectura". Dawkins Este científico británico nacido en Kenia tiene doble mérito: divulga los temas que él mismo investiga. Dawkins, como Punset, también ha estado en la pantalla chica en programas sobre la biología evolutiva y el creacionismo. "Él quiere mostrarle al mundo que el universo es fascinante, que la biología es hermosa y que no se necesitan explicaciones mágicas para que la vida tenga sentido y se pueda disfrutar", asegura Adriana Gómez, asidua lectora de sus textos. Su obra más recordada es El gen egoísta, publicada en 1976, en la que sostiene que los genes son los responsables de la evolución. Luego escribió El espejismo de Dios, libro que ha vendido más de dos millones de ejemplares, en el que reivindica la selección natural y las posturas ateas frente a las explicaciones místicas del origen de la humanidad. Y si Dawkins ya era conocido por su lado de divulgador, su último libro, Magic of Reality, termina de consolidarlo. Apoyado en dibujos de Dave McKean, uno de los ilustradores más reconocidos del Reino Unido, responde preguntas como: ¿Quién fue el primer ser humano? ¿De qué están hechas las cosas? ¿Por qué tenemos noche y día, invierno y verano? ¿Dónde y cómo comenzó todo? ¿Estamos solos? ¿Por qué ocurren cosas malas? ¿Qué es un milagro? Dawkins las responde todas, literalmente, "con dibujitos".