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"COLOMBIA SE PONDRA DE MODA"

David Puttnam el mago del cine de los años ochenta, el hombre detrás de "Gandhi", "Carros de fuego" y "Los gritos del silencio", acaba de terminar en Cartagena el rodaje de "La Misión". SEMANA conversó con él

5 de agosto de 1985

SEMANA: Terminada la película, ¿con que impresiones se va?
DAVID PUTTNAM: Colombia tiene un enorme potencial para convertirse en un centro internacional de cine. Todos los elementos están ahi; la naturaleza tan variada, los climás, los indigenas... Sin embargo, es necesario perfeccionar una infraestructura de apoyo a los productores y a las compañías de cine. Es mucho lo que hay y poco lo que falta por hacer, pero de esto último depende todo.
S.: ¿Más concretamente?
D.P.: El Ministerio de Comunicaciones y Focine tienen conocimiento de la realidad cinematográfica. Sin embargo, para que en un país se puedan hacer películas internacionales de envergadura, tiene que haber voluntad y una conciencia nacional" ya que practicamente cada entidad del Estado, en un momento dado, puede tener que ver directa o indirectamente con el proceso de la misnia, Es necesario que haya entonces mayor coordinación entre los ministerios del gobierno para que esto sea posible.
S.: ¿Puede darnos ejemplos más específicos?
D.P.: En el cine, el tiempo es oro.
El primer requisito es agilidad y claridad en las reglas del juego. Una película no puede adaptarse a los trámites burocráticos que atañen otros carnpos por limitaciones de tiempo. Las visas, por ejemplo, de los extranjeros que vienen a cumplir un contrato corto, requieren de un tratamiento especial, pues la mayor parte de los integrantes de un equipo de estos no permanecen más de tres meses seguidos en un país. Por el contrario, en naciones donde se hace cine, existen visas especiales de 90 a 110 dias para estos efectos. Mientras Colombia no solucione dicho problema, es dificil que otras compañías vengan.
Otro caso es el de los problemas laborales. Si se le sigue dando a un trabajo de 3 meses el mismo tratamiento que a un empleo permanente, los productores de cine internacional no pueden trabajar aquí. En gran parte, por culpa nuestra y por ignorancia de la Ley Colombiana, tuvimos enormes dificultades con este concepto. En mi opinión, es indispensable que haya una reglamentación laboral diseñada para la industria cinematográfica.
Entiendo que es difícil hacer excepciones a las leyes laborales establecidas, pero es necesario tener en cuenta que los trabajadores colombianos podrían ganar muchisimo más de lo habitual con contratos de carpintería, por ejemplo, mientras los preparativos de escenarios y en el rodaje de la película. Al respecto, el oportunisma local de un grupo de personas en Cartagena hizo que algunos se aprovecharan de la situación inmediata para obtener dinero a corto plazo sin tener en cuenta que podían estar fomentando una industria a largo término. Subrayo que el problema para el productor no es de dinero.
S: ¿Cual fue el presupuesto de la película?
D.P.: Alrededor de veinte millones de dólarés.
S.: ¿Cuánto invirtieronn en Colombia?
D.P.: Siete y medio millones de dólares. Como usted se dará cuenta, el negocio del cine es muy grande y genera muchas divisas para el país en que se filma; Si una sola película deja en el país siete y medio millones de dólares, imagínese lo que pueden dar tres o cuatro al año.
S.: ¿Usted cree que podría haber demanda para 3 o 4 películas en Colombia?
D.P.: El cine es un negocio de moda. Como consecuencia de que "La Misión" se filmó aquí, cuando la película se estrene, Colombia se pondra de moda. Así los productores van a querer invertir en este país, por lo que me parece que debería aprovechar para prepararse y estar listo dentro de un año para convertirse en un centro de cine internacional. Como dije anterionnente es mucho lo que tienen y poco lo que les hace falta.
S.: ¿Cómo fué la experiencia que ustedes tuvieron con los indios Guaunana del Chocó?
D.P.: No me alcanzan las palabras para expresar mi admiración hacia ello. Los trajimos desde Cali, en un avión fletado especialmente, a un pueblo que les construimos en los alrededores de Cartagena. Me impresionó mucho el grado de responsabilidad y dedicación que demostraron durante la filmación de bs escenas, que muchas veces quedaban perfectas en la primera toma. Para que el cambio no fuera tan brusco llegaron con el brujo de la tribu y continuaron haciendo sus ritos. El pueblo se llenó de ratas en un momento dado y cuando fuimos a entrar con los fumigantes, el brujo nos detuvo prometiendonos que hablaría con ellas para que no atacaran la comida. Y así fue, las ratas continuaron pero respetaron los alimentos. Al sugerir el brujo que conversara con los moscos que inundaban el lugar, quedó aterrado y solo pudo responder: "¿ Usted me cree loco? ¿ Yo, hablar con los-moscos? "De estas anécdotas hay muchísimas. Lo esencial es que los indígena sconstituyen el mejor recurso de Colombia.
Como nos sentimos responsables por su suerte, dejamos creado un fondo para su salud y educación, y hemos destinado una parte de las utilidades de la película a esa fundación. Nos vamos en este sentido felices de haber trabajado con ellos pero tristes de ver que en un país tan rico como Colombia, los indios ocupan el grado social más bajo. -