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EL TIEMPO CON EL TIEMPO

Después de 45 años, Enrique Santos Castillo acepta modernizar el manejo de la redacción del periódico

24 de octubre de 1983

Faltaban unos minutos para las tres de la tarde del miércoles 14 de septiembre. La redacción de "El Tiempo" estaba más agitada que de costumbre. Había sido convocada una reunión general. Algo se había filtrado sobre una reorganización administrativa y editorial. El "viejo sabueso", Enrique Santos Castillo, editor del periódico, inició la reunión. Con un tono que algunos periodistas calificaron como de paternal, anunció que se habían creado seis nuevos cargos, los de sub-editores, con el fin de racionalizar y descentralizar la toma de decisiones y el manejo de la información que, durante cerca de 45 años, había concentrado él.
Santos Castillo presentó a quienes había elegido guiado por ese olfato periodístico que hasta sus más encarnizados enemigos le reconocen: Beatriz de Barcha, Hugo Sabogal, José Clopatofsky, Guarino Caicedo, Alejandro Moya y Rogelio Echavarría (ver recuadro). Cada uno se encargará de "administrar" la información y el trabajo de los 6 ó 7 redactores a su cargo y será el único y directo responsable de las "chiviadas", las rectificaciones, el cubrimiento de las noticias, la entrega oportuna de los artículos y demás detalles de su sección, ante el editor y el jefe de redacción.
Habrá una reunión de cada sub-editor con su "gallada" en las primeras horas y posteriormente, a las 11, con el editor y el jefe de redacción. A las 5 de la tarde se hará nuevamente una especie de plenaria de los sub-editores con el editor y el jefe de redacción, para decidir primera página, establecer si se cayó o no alguna información y analizar las noticias nuevas. Así, el porcentaje de improvisación disminuye y se espera que la calidad del periódico en general aumente.
Muchos fueron cogidos por sorpresa y la mayoría reaccionó con escepticismo. Nadie podía creer que el veterano periodista estuviera renunciando a esa hegemonía que, durante tantos años, había ejercido implacablemente en el interior del diario. "Conociendo a don Enrique, esta es una de esas innovaciones que se acaba en 15 días" dijo en voz baja uno de los redactores. Raro como parece, lo cierto es que "El Tiempo", la empresa periodística más grande del país, con la más moderna infraestructura, estaba funcionando hasta hace una semana como lo venía haciendo desde hacía 50 años, cuando se trabajaba con 7 u 8 redactores y lo rutinario era "inflar" cables.
La idea se venía gestando, sin embargo, desde hacia año y medio.
Cuando los asientos del Consej o Editorial empezaron a ser ocupados por la generación de los "bluyines", aires renovadores --que por el impulso modernizador de Luis Fernando Santos se habían dado ya en los aspectos técnicos--, empezaron también a refrescar los pasillos de la redacción.
Pero Santos Castillo era un hueso duro de roer. Y fueron muchos los argumentos que tuvieron que esgrimirse para convencerlo de que ese tipo de organización, rutinario en los grandes diarios del mundo, era absolutamente necesario en "El Tiempo". Una vez que se logró el lavado de cerebro, se decidió poner en marcha la medida. Y así lo hizo él personalmente un día antes de viajar a Europa. Uno de los más contentos con la puesta en práctica de la nueva organización es Rafael Santos, jefe de redacción: "No sólo voy a tener tiempo ahora degallinacear, dice riéndose, sino que voy a contar con dos meses, mientras vuelve mi tío Enrique, para aceitar y pulir el nuevo sistema y entregárselo funcionando como un relojito".
Hasta ahora, estrenando sistema, todos están contentos. Falta, sin embargo, la prueba de fuego: venderle en la práctica a Enrique Santos Castillo las ideas que ya le habían vendido cuando emprendió vuelo para Europa.
¿COMO SON?
Al final de la primera semana del nuevo sistema de sub-editores, los redactores de "El Tiempó" recibieron una circular con 34 puntos que, según una revista norteamericana, son las características comunes a los escritores de categoría. SEMANA extractó los siguientes.
* Si pueden salir de la oficina, encuentran tema para un artículo.
* Toman notas como locos.
* Gastan enormes cantidades de tiempo y energía en las pistas para sus artículos, pero antes de sentarse a escribir, muchos de ellos insisten en aclarar hasta el último detalle.
* Es casi imposible restar credibilidada sus artículos.
* Recitan constantemente sus artículos antes de escribirlos; mientras manejan, comen o se lavan los dientes.
* Son más inclinados a la "pachorra " que a la "carrera", pero cuando el tema del artículo pide acción no hay nada que los detenga.
* Aceptan de buen grado la colaboración de editores competentes pero siempre tratan de ingeniarse la manera de evitar misiones desagradables y tareas de redacción poco atractivas.
* Son enemigos de leer su propio trabajo en el periódico.
* Escribir es expresión de su propio ego, lo cual los hace vulnerables insufribles.
* Les encanta contar historias, y a menudo son excelentes narradores.
* Por desagradable que sea, no vacilan en decirla verdaddesnuda.
* Se sienten inclinados a sentir compasión por las personas acerca de las cuales escriben.
* Quieren que todos lean hasta la última palabra de sus artículos.
* Se sienten responsables por la cultura de sus lectores. Evitan términos incomprensibles, y explican temas complejos.
* Analizan cuidadosamente la opinión de otros escritores, y la mejor manera de citarlos.
* Casi ninguno plagia, pero sí toman prestado.
* Son lectores consuetudinarios, aficionados especialmente a las novelas; también les gusta el cine.
* Sus artículos son largos, y lo saben.
¿QUIEN ES QUIEN?
Los sub-editores de este nuevo engranaje editorial son:
Beatriz de Barcha: 5 años en el periódico, directora por varios años de "Carrusel" y antigua colaboradora de "El Pueblo". Se hará cargo de la información del Distrito y de Cundinamarca, lo mismo que de la sección de judiciales.
Hugo Sabogal: "importado" de Inglaterra donde trabajaba con la BBC de Londres, coordinará todo lo relativo a educación, salud, obras públicas, transporte, ciencia y servicios comunitarios.
José Clopatofsky: 1 año en "El Tiempo", se encargará de la sección deportiva.
Guarino Caicedo: 15 años en el diario, se hará cargo de las secciones de política, economía y sector agropecuario.
Alejandro Moya: 7 meses, uno de los más nuevos, era el segundo de abordo del "Latin American Times". Será el sub-editor de la información departamental, la internacional y todo lo relativo al aspecto mecánico de télex y grabación.
Rogelio Echavarría: 23 años en "El Tiempo", es el más veterano de los sub-editores. Se hará cargo de todo lo relacionado con eventos culturales, espectáculos, y la sección femenina.
116 AÑOS DESPUES
La Universidad Nacional saca su propio periódico después de 116 años de haber sido fundada la Universidad Nacional, el pasado 22 de septiembre apareció lo que el rector calificó como su propio "vehículo de expresión": el periódico "De Frente", cuya aparición será quincenal. Se suma esta publicación a las 37 revistas especializadas que se editan regularmente en la Universidad. Las expectativas creadas en torno suyo son múltiples y el periódico mismo las registra caricaturescamente así: -