Es normal que las personas en su diario vivir atraviesen por una serie de diferentes crisis, entre las que están las personales, emocionales, laborales y, una que preocupa de más, la económica, pues de esta se puede derivar otro tipo de consecuencias y emociones negativas que repercuten en una mal toma de decisiones.
Allí, ante este panorama, es importante citar Mateo 6,25-34: “El Padre conoce de antemano lo que requerimos para vivir, por lo que la actitud básica del cristiano es la confianza y el abandono en las manos amorosas de Dios”.
Acá se aconseja a los creyentes en la fe y el amor de Dios que no se debe estar agobiados pensando en lo que se comerá o se vestirá, pues la voluntad de Dios ya lo tiene todo previsto y planeado.
En el libro de los Salmos, uno de estos poemas, Salmo 118,5: “En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó dándome un alivio”, se invita a llevar los problemas a la presencia de Dios, pues solamente Él será capaz de transformar estas dificultades en bienaventuranzas.
Versículos que ayudan en crisis económicas
Isaías 41:10
“No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia”
Salmos 37:4-6
“Pon asimismo tu delicia en Jehová, Y él te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda á Jehová tu camino, Y espera en él; y él hará. Y exhibirá tu justicia como la luz, Y tus derechos como el medio día”.
Salmos 46:1-3
“Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo”.