No cabe duda: la historia cambió con la fotografía. Porque los relatos minuciosos de los acontecimientos se cambiaron por las imágenes instantáneas; porque todo lo que no se pudo decir con palabras encontró por fin un medio de expresión.Desde entonces el ojo avizor de la cámara ha perseguido incansablemente la noticia, en busca de ese momento preciso en que debe ser disparado el obturador para captar un trozo de historia; para mostrar al mundo una imagen que son todas las imágenes, un testimonio visual que resume todos los sucesos. Desde que apareció la fotografía, las desgracias y los triunfos de la humanidad han quedado retratados como testigos implacables del pasado.Ese es el objetivo de la reportería gráfica, un oficio que con el tiempo ha sido elevado a la categoria de arte y que representa para el periodismo actual su más valioso soporte. Por eso el Planetario Distrital ha decidido unirse a la celebración de los 200 años del periodismo en Colombia, con una exposición de reportería gráfica en la cual participarán, a partir del próximo 9 de febrero -día del periodista-, los mejores fotógrafos de los diferentes medios de comunicación. Los representantes de los más importantes diarios y revistas del país, de las agencias y oficinas de prensa, así como los reporteros independientes que viven en el exterior, estarán presentes. En ella los espectadores tendrán la oportunidad de observar las diferentes facetas de la Colombia de los últimos dos años, captadas a través de la lente de aquellas figuras escondidas del periodismo que se han acostumbrado desde hace tiempo a cargar la cámara como una compañera inseparable.Todos coinciden en que es un trabajo intuitivo, de mucha creatividad y sobre todo de mucha atención. Al fin y al cabo en el mundo de la reportería gráfica no existe el consuelo de una segunda oportunidad, y por lo tanto, el ojo de la cámara debe estar siempre listo a la espera del momento justo, de la imagen más representativa del suceso, del instante más universal de la noticia. Porque a diferencia de la televisión, que puede mostrar la totalida del acontecimiento si es preciso, la fotografía debe ser todavía más audaz captar en una sola imagen toda la magnitud del evento.Tal vez por eso Julio Cortázar comentó en alguna oportunidad que sus cuentos eran similares a una fotografía, y que ambos se debatían contra el lector -o el espectador en una pelea de boxeo. Mientras que una película o una novela podían ganar por puntos el combate, tanto la fotografía como el cuento debían ganar por knock-out. Así como el cuento debía secuestrar al lector desde el primer párrafo, la fotograffa debía impresionar con la primera mirada. Y esta virtud es, precisamente, la que hace difícil el oficio de la reportería gráfica, y la que en definitiva, convierte a la fotografía en un arte.La exposición del Planetario, en donde estarán exhibidos los diferentes géneros de la reportería gráfica, servirá, precisamente, de termómetro, para que el público pueda evaluar el nivel en que se encuentra en este sentido, la fotografía periodística colombiana.Por ahora, desde el 9 de febrero, las imágenes tienen la palabra.