EL TEMA DE LA lucha por el poder es una constante histórica cuyas circunstancias van cambiando con el paso del tiempo, pero que conserva sus características esenciales. La novedad, entonces, estriba en el hecho de ironizarlo al punto de que se convierta en ridículo. Y eso es, precisamente, lo que ha logrado Tom Wolfe en su libro y el director Brian de Palma en esta película.Un delito menor, sin mayores consecuencias sociales pero cometido por un magnate de las finanzas que se encuentra en la cima del éxito, es aprovechado hábilmente por políticos, fiscales y periodistas en su frenética lucha por el poder y la fama. El argumento sirve de contexto para mostrar con ironía las artimañas y los intereses ocultos que se tejen detrás de la cortina de la justicia. Es una historia sobre el descenso y el ascenso de los grandes, pero también sobre las artimañas que lleva consigo la codicia.Luego de haber recibido elogios de la crítica por