“Pasarán mil años y no se borrará la culpa de Alemania”, dijo Hans Frank, abogado personal de Adolf Hitler, momentos antes de ser ejecutado en Nuremberg el 16 de octubre de 1946. Hoy, 70 años después, el mundo todavía recuerda el exterminio de 6 millones de judíos y los cientos de ciudades arrasadas por la guerra. La barbarie nazi no deja de sacudir conciencias y lo ocurrido en 1945 difícilmente saldrá de la cultura popular. Mucho menos de los libros. En diciembre, el diario The New York Times abrió su lista de los diez mejores libros del año con All The Light We Cannot See, una novela ganadora del Pulitzer 2015, escrita por Anthony Doerr, en donde un joven de las fuerzas nazis y una integrante de la Resistencia francesa cruzan caminos. Desde finales de 2014, a propósito del aniversario número 70 del fin de la guerra y del presunto suicidio de Hitler, el tema se convirtió en un boom literario, con más de 50 títulos publicados y cientos de éxitos anteriores reimpresos. Obras como El nazi y el psiquiatra, ¿Murió Hitler en el búnker?, Las drogas en el Tercer Reich o La cocinera de Himmler demuestran que siete décadas después aún queda tela por cortar. Para los libreros colombianos, el tema siempre ha sido rentable y su valor cultural, inmenso. “En 53 años como librero, no he dejado de vender permanentemente libros sobre esta guerra. A la gente le gusta leer acerca de acontecimientos que involucren hechos heroicos, combates, valor, coraje, gloria y tragedia”, dice Felipe Ossa, gerente de la Librería Nacional. Aunque todo parece ya contado, surgen a diario aproximaciones nuevas: héroes anónimos, memorias de los estadistas, relatos de espías y víctimas comparten hoy estante con obras sobre el personal doméstico y el cuerpo de seguridad del régimen, sátiras, análisis de propaganda política, psicología nazi, arte saqueado y mucha ficción. Hay, por otro lado, una razón clave: las generaciones que vivieron la guerra y el Holocausto judío están comenzando a desaparecer, lo que abre un campo muy amplio a la investigación. En efecto, una ley en Alemania prohíbe el acceso a los documentos de personajes públicos durante 30 años después de su muerte, un plazo que comienza a cumplirse. Y muchos secretos del Tercer Reich están comenzando a emerger. Además, Jonathan Petropoulos, historiador de la Universidad de Harvard reconocido por sus libros sobre arte nazi, advirtió a SEMANA que “más allá de los 70 años del fin de la guerra, esta avalancha literaria tiene mucho que ver con el cambio generacional y a que los intereses se han ampliado. En mis épocas de estudiante mi asesor de tesis consideraba la historia cultural un ‘postre’ y le aconsejaba a mis compañeros trabajar en ‘platos fuertes’ como historia política y económica. Años después me reconoció que estaba equivocado y prueba de ello son libros intimistas como ‘Hitler at Home’, de Despina Stratigakos, que ha tenido gran acogida”. Stratigakos, una historiadora interesada en la relación entre arquitectura y poder, quedó boquiabierta al conocer los archivos de la ya fallecida diseñadora de interiores del Führer, por la posibilidad de explorar los gustos estéticos del dictador. El tema se convirtió en el centro de su más reciente obra, donde detalla la predilección de Hitler por los tonos tierra en paredes y muebles, además de su vanguardista gusto por los ventanales de piso a techo. Aunque para muchos algunas obras como esta se encuentran en el terreno de lo inocuo, otros valoran su existencia. Daniel Villa de la librería Casa Tomada defiende esa postura: “Aunque ese tipo de publicaciones no aporten mucho al debate es importante que se siga hablando del tema, por más absurdas que suenen tienen su público y pueden llegar a venderse muy bien”. Emma Craigie, coautora de El último día de Hitler minuto a minuto -un recorrido por los eventos que ocurrieron en el mundo el día en que el Führer murió, publicado en abril–, piensa que al menos Europa no ha superado el trauma de la Segunda Guerra Mundial, por lo que explorar nuevas visiones siempre resultará interesante: “Particularmente, la literatura británica más reciente ha intentado imaginar el periodo desde una perspectiva alemana, cosa que no había hecho antes. Siempre los libros eran narrados desde el lado de los ‘buenos’, los británicos”. En Colombia opinan igual quienes han escrito del tema. Juan Gabriel Vásquez, autor de la novela Los informantes, piensa que el nazismo transformó la idea de lo que son capaces de hacer (y de hacerse) los seres humanos y escribir sobre esa época siempre será una opción: “Para el novelista, los detalles que faltan son tan numerosos como los individuos: no hay dos historias iguales entre los millones de seres humanos que han sido tocados por el infierno de esos años. Me temo que el asunto es inagotable”. Por su parte, Alberto Donadío, que hace 30 años se aventuró a escribir Colombia nazi, cree que hasta en este país hay muchas cosas por contar: “Es necesario investigar qué pasó con los bienes de los alemanes y repicar sobre el antisemitismo del canciller colombiano Luis López de Mesa, que les cerró las puertas a los refugiados judíos”. Desde una perspectiva más académica, el asunto tiene otro tinte. Los libros sobre aspectos accesorios o hipotéticos de la guerra y el régimen nazi resultan más polémicos. Por ejemplo, el alemán Timur Vermes imagina en una parodia a Hitler en 2011, lo que algunos consideran incluso un sinsentido cuya divulgación resultaría hasta riesgosa. Sin embargo, Volker Ullrich, historiador de la Universidad de Hamburgo y autor de una aclamada biografía titulada El subestimado carisma de Hitler, encuentra complejo publicar este tipo de obras: “El ‘best seller’ de Vermes ‘Look who’s back’ es una sátira hecha con inteligencia, pero confirma una tendencia observada últimamente: la de presentar a Hitler como un personaje cómico, como nada más que un chiste. Trivializaciones como esas no aportan para comprender la dimensión del personaje histórico”. El mundo jamás olvidará la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto judío ni los 40 millones de víctimas. Pero ya sea como una especie de exorcismo, a manera de revelación, o para explorar los alcances de la condición humana desde la ficción, Hitler y su horrible legado continuarán dando sobre qué escribir.