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Hubo ocho ganadores en el IV Concurso Nacional de Guiones. ¿Significa eso que debemos ser optimistas sobre el cine que proximamente veremos en el país?

15 de agosto de 1983

Durante el mes de abril de este año, la Compañía de Fomento Cinematográfico, Focine, convocó al IV Concurso Nacional de Guiones que tenía como base dos únicos temas: "Expresiones culturales" y "Personajes y hechos significativos en la cultura colombiana". La semana pasada, el jurado compuesto por las personas integrantes de la Junta Asesora Cinematográfica dio el fallo, resultando ganadores los siguientes guiones: "Arquitectura de la colonización antioquena" de Lisandro Duque, "Música viva de Colombia" de Fernando Riaño, "Santa Clara" de Jorge Pinto, "Los habitantes de la noche" de Víctor Gaviria, "Ana Lenoit" de María Emma Mejía, "Silva" de Victor Gaviria, "Ariza" de Luis Alfredo Sánchez y "Manuel Mejía Vallejo" de Alvaro Ramírez. Sobre este concurso que acaba de finalizar, SEMANA entrevistó a Luis Enrique Nieto, gerente de Focine.
SEMANA.: ¿Cuál fue la finalidad de este concurso patrocinado por Focine?
LUIS E. NIETO.: El concurso tenía como finalidad resaltar determinados valores de la identidad cultural de nuestro país, a la vez que promovía la producción de cortometrajes que proyecten una imagen positiva de Colombia. Este concurso tiene como característica que, aparte del premio (cien mil pesos), Focine va a producir esos cortos. Toda producción de una película necesita de gran aparataje técnico bastante costoso pero imprescindible, y pensamos que sería un buen paso comenzar a consolidar ese proceso de producción mediante la realización de esos cortos.
S.: ¿Por qué ahora Focine decide financiar cortos cuando después de diez años de producirse en el país mediante el sistema de "sobreprecio " han dejado un balance bastante negativo?
L.N.: Evidentemente el debate sobre el "sobreprecio" es algo que no se ha clausurado todavía. Falta un análisis a profundidad de lo que ese fenómeno ha generado. Realmente esa producción amplia de cortometrajes no favoreció en nada a la calidad del cine producido. Ello nos enseña que la obligatoriedad no es una vía de lo más sana para encauzar una industria. En fin, son muchos los análisis que deberíamos hacer; sin embargo, debemos aclarar que con este concurso Focine no pretende convertirse en un productor permanente de cortos. Inicialmente había una política muy clara de no dar financiación a los cortos, pues éstos tenían sus mecanismos propios y no valía la pena incrementar su producción. Sin embargo, en este momento existe la posibilidad de producir algunos cortos que lo merecen, sin que se trate de un cambio en la política que hasta ahora ha mantenido Focine a ese respecto. Simplement.e, con la producción de los cortos ganadores se busca resaltar ciertos valores. Pienso que el resultado del concurso va a ser positivo. Vamos a poder producir unos cortos que de verdad nos interesan, por la calidad de los guiones y por la calidad de los realizadores. Y se va creando de una vez la estructura que necesitamos para producir cine directamente.
S.: ¿Cómo espera Focine manejar la distribución de esos cortos, ya que esta es una de las cuestiones que hasta ahora no ha sido resuelta claramente en el cine colombiano?
L.N.: Sobre la distribución, que sé que es un problema muy grave, han sido planteados varios esquemas. Uno consiste en asumir directamente la distribución, que es lo que han hecho países como Brasil Otro sería mediante la utilización de teatros propios, como en México. Una tercera alternativa sería tratar de combinar las experiencias anteriores. Nosotros hemos hecho un inventario de los teatros de propiedad del gobierno y curiosamente aparecen más de los que uno pensaría. Ahora, sin entrar en competencia con los distribuidores tradicionales que ejercen su negocio, es posible establecer un circuito paralelo utilizando esa capacidad instalada que ya tiene el Estado. Hay en todo el país 19 teatros que podrían ser utilizados, con una capacidad anual aproximada de once millones de espectadores. El aprovechamiento de un circuito como éste, que de verdad no haría competencia a los distribuidores del sector privado, permitiría desarrollar mucho las películas producidas por Focine, a la vez que también contribuye a concretar esa idea que ha venido rondando desde hace algún tiempo de crear un mercado de cine latinoamericano. Esos teatros podrían ser destinados a proyectar exclusivamente cine de Argentina, Brasil, Cuba, Venezuela, etc., mediante un sistema de canje entre los diversos países del área. Y claro está, los cortos estarían incluidos allí.
S.: ¿Estos cortos ganadores tendrán promoción en el exterior?
L.N.: Hemos logrado llegar a un acuerdo con el Plan de Promoción de Colombia en el exterior. Esto desde un punto de vista más cultural que comercial. Hemos hecho que la Junta de Calidad Cinematográfica escoja unas películas dentro de las financiadas por Focine y así poder preparar una serie de semanas de cine colombiano en el exterior. Coordinando un poco las actividades de la Cinemateca Distrital y los compromisos que ha adquirido el gobierno colombiano por medio de sus organismos culturales, pretendemos hacer semanas de cine en Buenos Aires, Montevideo, Caracas y en varias otras ciudades. El ministerio de Comunicaciones va a aportar una suma para subtitular lo que se vaya a presentar en los Estados Unidos, en Londres y en Europa en general. Ello es importante porque estos cortos resaltan ciertos valores propios de nuestra cultura, y nuestras embajadas en el exterior deben tenerlos para mostrarlos. Creo que esa es una buena ventana para Colombia.
S.: ¿Cuál sería el costo de producción de los guiones ganadores? L.N.: No le podría dar cifras concretas, pero de una cosa sí estoy seguro: debemos racionalizar al máximo la producción de cine. Yo creo, aunque esta cifra no es exacta, que el costo de cada corto no excederá los $ 600.000.
S.: Focine es propietaria de los guiones ganadores sólo durante un año; ¿cree que durante ese tiempo se alcanzarán a filmar los 8 ganadores?
L.N.: Sí. En el transcurso de un año se filmarán los ocho cortos, y de no ser así, según las bases del concurso, serán devueltos a su autor.
S.: Terminando el concurso, ¿que balance haría de la situación de los guionistas de cine en el país?
L.N.: Hemos visto que aquí hay un problema de guionistas. Aparte de las pocas posibilidades que tienen para desarrollar su trabajo, existe una baja preparación técnica. El mejoramiento de la técnica esperamos motivarla con este tipo de concursos y mediante la organización de cursos, trayendo, para tal efecto, algún guionista del exterior. Las pocas posibilidades que en el país tiene un guionista para producir sus guiones fue otra de las causas que nos movió a realizar el concurso.