Título original: (M)uchenikPaís: RusiaAño: 2016Director: Kirill SerebrennikovGuion: Kirill Serebrennikov a partir de la obra de teatro de Marius von MayenburgActores: Pyotr Skvortsov y Viktoriya IsakovaDuración: 118 minEl directorDe esta película, Kirill Serebrennikov, una figura destacada del teatro ruso fue apresado recientemente, acusado de malversación de fondos. Llevaba años siendo una figura polémica, culpado por políticos conservadores y por miembros de la Iglesia, según un editorial reciente de The Moscow Times, de “no ser un ‘verdadero’ director ruso” y de no ser leal “con su cultura nativa, sino con el Occidente ‘sin principios’ y ‘promiscuo’”.Es interesante tener en cuenta esta historia de antagonismos –y las acusaciones puntuales– al ver este filme elegante y energético, que por momentos se desborda caóticamente porque Veniamin (Pyotr Skvortsov), el protagonista, parece ser una encarnación de estos críticos vociferantes y rabiosos que llevan años persiguiendo al director.Puede leer: Valerian y la ciudad de los mil planetasEl retrato se va construyendo poco a poco, y comienza con este adolescente de facciones redondeadas y vestido totalmente de negro, capoteando los regaños de su madre por negarse a participar en las sesiones de educación física en una piscina del colegio.La discusión es larga y, más que discusión, es una letanía de gritos y suspiros, de acusaciones y quejas, en las que lo único claro es la rebeldía del muchacho y la impotencia de la madre para aplacarlo. La cámara sigue los alaridos sin acercarse a los personajes, flotando por los espacios del apartamento oscuro y asfixiante, que sirven como caja de resonancia para el altercado.Poco a poco la rebeldía de este adolescente toma un cariz particular: se manifiesta la repetición continua de citas bíblicas –su negativa a meterse a la piscina está justificada por los bikinis impúdicos de sus compañeras–. Y sus citas vienen no de los pasajes tranquilizadores o amorosos, sino de los más agresivos y amenazadores, los que privilegian un dios severo que juzga con rapidez cualquier transgresión. “El matrimonio será honrado y el lecho purificado, pero a proxenetas y adúlteros Dios los juzgará”, le recita a su madre en esta discusión para cobrarle las relaciones que ha tenido tras su separación.Le sugerimos: AmazonaUno de los hallazgos más interesantes de esta película es mostrar la afinidad entre la rabia natural de la adolescencia y las citas de un dios furibundo y vengativo. Ambas comparten, entre otras cosas, su falta de matices, la afinidad por la venganza arbitraria y una falta de empatía hacia el sufrimiento ajeno.El discípulo hace evidentes el carácter autoritario e ilógico del adolescente censor al ponerlo en confrontación con una maestra de ciencias (Viktoriya Isakova), que intenta enseñarles temas que van en contravía de esa tradición tan estrechamente definida (como la evolución de Darwin o la higiene sexual).Le recomendamos: PatersonSon unas confrontaciones llenas de rabia, con más emoción que argumentos, y acá la cinta se queda un poco corta al mostrar a este adolescente como poseído por un capricho inexplicable. Porque detrás del surgimiento de todas estas ideologías de conservadurismo extremo hay, claro, una reacción a otra ideología igualmente poderosa que aboga por la libertad, el libre mercado y la superación de las tradiciones opresivas que también podría examinarse críticamente.CARTELERAConjuros del más allá *Incoherente y mal actuada, esta película de terror situada en un hospital semiabandonado resulta más cómica que miedosa.Duro de cuidar **Un escolta debe proteger a un asesino profesional camino a testificar en La Haya, en esta cinta de persecuciones.Valerian y la ciudad de los mil planetas ** Con actuaciones acartonadas y mundos alucinantes, el francés Luc Besson regresa a la ciencia ficción que exploró hace 20 años en El quinto elemento.La torre oscura ** 1/2 Película que adapta y condensa ocho novelas de Stephen King, situadas en varios mundos interconectados.