Para algunos cumplir 40 años es un motivo de depresión. Para el Museo de Arte Moderno de Bogotá es, en cambio, una razón para celebrar: este cumpleaños es una prueba de que, a pesar de las dificultades que vive Colombia, el arte sigue siendo indispensable. El MamBo abrió sus puertas por primera vez en octubre de 1963 bajo la dirección de la crítica de arte Marta Traba. Aunque -en el papel- el museo había existido por 10 años, era la primera vez que tenía una sede propia. En ese entonces no era más que un pequeño local situado en el centro de Bogotá, donde se comenzaban a exhibir tímidamente las obras de nuevos pintores como Alejandro Obregón, Fernando Botero, Juan Antonio Roda y Guillermo Widemann. Sin embargo fue en este pequeño y escondido rincón donde se abrieron las puertas para que el arte moderno entrara a Colombia. Marta Traba se empeñó en mantener un espacio para los artistas que tenían propuestas de vanguardia. En otras palabras, quería obligar al mundo del arte colombiano a entrar en una modernidad que, en Europa, existía desde finales de siglo XIX. Sin embargo el museo no tenía financiación del Estado y muy pronto debió abandonar su primera sede. Unos meses más tarde, gracias a la ayuda de José Félix Patiño, rector de la Universidad Nacional, el museo abrió sus puertas en el edificio de bellas artes de la universidad y para su inauguración se realizó una exposición de Edgar Negret. En la sede de la Ciudad Blanca expusieron por primera vez los integrantes de una importante generación de artistas colombianos: Luis Caballero, Santiago Cárdenas, Luciano Jaramillo y Beatriz González, entre otros. Pero la agitada actividad política en el campus universitario obligó a que el museo cerrara sus puertas. En ese momento, a causa de los frecuentes disturbios dentro de la universidad, la colección del museo se vio en peligro y debió ser escondida en cajas de madera, donde permaneció casi cinco años. A esto se sumó que Marta Traba debió partir intempestivamente del país en 1967.Dos años más tarde, Gloria Zea recibió la dirección del museo de las manos de su antigua directora. Por supuesto, ninguna entidad gubernamental estaba interesada en invertir de nuevo en él y Zea tuvo que buscar apoyo de algunos mecenas, como Andrés Uribe Crane, Andrés Uribe Campuzano, Enrique Vargas y Hernando Santos. En esta nueva etapa Bavaria permitió que se utilizara un gran local situado en el Centro Internacional de San Diego. Para la apertura de esta sede, y con la ayuda de las directivas del Museo de Arte Moderno de Nueva York, el museo consiguió traer obras de Pablo Picasso, Marc Chagall y Alexander Calder.Durante esa etapa el museo se consolidó y comenzó a formar una de las colecciones de arte más importantes del país. Así mismo se hicieron exposiciones de algunos de los artistas más representativos del arte moderno, como Auguste Rodin, Joan Miró, Salvador Dalí, Marcel Duchamp, Alberto Giacometti, Henry Moore, Roberto Matta, Wilfredo Lam y Max Ernst. Pronto las exposiciones se hicieron tan frecuentes y la colección tan grande que el MamBo debió trasladarse al primer piso del Planetario en Bogotá. Allí estuvo hasta la inauguración de su propia sede. En 1974 se inició la construcción del edificio, situado en la calle 24 con carrera sexta. La obra, diseñada por el arquitecto Rogelio Salmona, tardó casi 10 años en construirse. Para financiarla se necesitó la ayuda económica de varias empresas y bancos, además de un apoyo enorme del gobierno del presidente Belisario Betancur. Desde entonces el museo se convirtió en uno de los escenarios más sofisticados de Colombia, donde se han expuesto no sólo lo mejor del arte del país sino también una impresionante muestra del arte del siglo XX de Europa y Estados Unidos. Además la colección del MamBo cuenta con más de 2.800 obras, entre las que hay originales de Picasso, Francis Bacon, Andy Warhol, Fernando Botero y Alejandro Obregón, entre muchos otros. Adicionalmente, gracias a la creación del Ministerio de Cultura, el museo empezó a recibir ayuda del gobierno, lo que permitió aumentar sus actividades.Pero las cosas no han sido fáciles en los últimos años para el MamBo. La crisis del país lo afectó tanto que varias veces Gloria Zea pensó en cerrar sus puertas definitivamente. La situación fue tan dramática que sus empleados debieron trabajar sin paga por un año. Sin embargo, a pesar de la crisis y las críticas, el museo se ha mantenido y este mes cumple 40 años. Para celebrar este cumpleaños la dirección ha planeado una serie de actividades que van hasta julio de 2004.Entre las actividades planeadas están una retrospectiva del arte colombiano de los años 90, exposiciones de Wilfredo Lam, José Guadalupe Posada y Manuel Alvarez Bravo. En noviembre vendrá una exposición llamada 'La primavera del MamBo', que será una muestra colectiva de autores colombianos contemporáneos. Paralelamente a las actividades culturales el museo se ha propuesto una ambiciosa labor de consecución de fondos. Con este fin se han organizado cenas en Bogotá, Madrid, Miami, Washington, Ciudad de México y Nueva York, donde se intentará conseguir fondos para que el museo pueda vivir muchos años más.