Home

Cultura

Artículo

NUEVA ERA

Dos profesionales, curiosamente con el mismo nombre, exploran nuevas posibilidades del audiovisual

16 de enero de 1984

Cuando en Colombia se habla de audiovisuales, inmediatamente la gente se imagina un aula con ventanas artificialmente oscurecidas con cartulinas, o cortinas negras, una audiencia estudiantil y una conferencia sobre algún tema académico. Su uso, casi que privativo de los docentes, ha impedido que el audiovisual se sacuda de encima su imagen académica y restringida. Sin embargo, desde hace algún tiempo hay quienes han estado explorando sus posibilidades para buscarle nuevos horizontes más allá de la docencia.
Una de las personas que más seriamente está trabajando en este campo es Sergio Trujillo Dávila. Reconocido por su trayectoria en el campo de la fotografía, este joven de ojos claros y pelo rubio tropezó un día con un homónimo que, para más señas, también como él estaba trabajando en el mismo campo, Sergio Trujillo Jaramillo. Ambos, desde entonces, tuvieron que resignarse a recibir correspondencia cruzada, felicitaciones por el trabajo del "otro" y ver sus fotografías publicadas con el segundo apellido trastocado.

SOBRE LA INDEPENDENCIA
A dedicado desde hace 15 años a la fotografía, Trujillo Dávila ha explorado desde hace tiempo en el campo del audiovisual y ha logrado una evolución que le permite actualmente trabajar con el sistema multi-imagen. Hace algunos meses, durante la retrospectiva del pintor Manuel Hernández, presentó en el Museo de Arte Moderno un audiovisual dedicado al artista. En él utilizó al máximo este recurso técnico que le permitia, por momentos, animar escenas mediante el paso rápido de imágenes sucesivas. Una serie de proyectores controlados por un microprocesador hacen posible toda suerte de efectos especiales y, en el caso concreto de Hernández, logró sin que mediara alguna, explicar la evolución de los simbolos de su pintura.
Su último proyecto es aún más ambicioso y está esperando la llegada de los Presidentes bolivarianos para inaugurarlo en el Puente de Boyacá. Alli debutará su último trabajo, dedicado a la causa libertadora, desde los Comuneros hasta la batalla de Boyacá: mil 200 diapositivas colocadas en 24 proyectores iluminarán 6 pantallas durante 17 minutos y recrearán la independencia colombiana.
Algunas fotografías fueron tomadas durante la realización de la serie de TV, "Bolívar el hombre de las dificultades" y otras las obtuvo de museos y publicaciones. El proyecto tiene tres años de vida y ya lo conoció el presidente Betancur, quien sugirió cambiar un poco la música clásica programada en Mexico, para reemplazarla por música colombiana. El audiovisual permanecerá en el Puente de Boyacá proyectándose sobre un escenario que originalmente fue diseñado para ciclorama que se había encargado al pintor Rodríguez Acevedo y que ahora es una moderna sala de audiovisuales.

EN APOYO DE LA ARQUITECTURA
Sergio Trujillo Jaramillo es el otro profesional dedicado a los audiovisuales. Sin embargo, él los tiene como afición, pues su profesión es la arquitectura, lo que no implica que sus trabajos tengan menor calídad. Ha dedicado mucho tiempo a la investigación de este medio y sus trabajos son el resultado de ideas largamente analizadas. Sus audiovisuales son paralelos y subordinados a la arquitectura, técnicamente más simples, ya que trabaja con dos proyectores y un pequeño aparato de control de disolvencia que le permite fundir imágenes y sincronizar el sonido con el cambio de las diapositivas. "Concierto barroco", sobre el barroco indígena mexicano; "Salmona", sobre la obra del arquitecto, y uno sobre el color en la arquitectura popular son algunos de esos proyectos que ha realizado tan meticulosamente.
Dos profesionales, curiosamente con el mismo nombre, se han dedicado a explorar un mismo medio, el audiovisual, ambos con la misma intención: que deje de ser la parte de mostrar de unas interminables y aburridas sesiones académicas, para convertirse en un recurso ágil al alcance de todos y con múltiples posibilidades de expresión.