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PUERTAS Y VENTANAS ABIERTAS

Exposición sobre la historia de la arquitectura en Colombia en el Museo Nacional.

29 de julio de 1985

Es una exposición multitudinaria tanto desde el punto de vista del material que se incluye en la misma, como por la ubicuidad con que está en muchos sitios al tiempo.
La primera consideración nos remite a los dos años y pico durante los cuales la arquitecta Silvia Arango y su equipo de investigadores profesionales, siguieron la pista de la arquitectura en nuestro territorio desde su más remota manifestación en el pasado prehistórico indígena, yendo después a las etapas colonial, siglo XIX, república, transición, moderna y actual. De esta manera se acumuló un cuantioso material que ha sido debidamente razonado para aparecer parcialmente en la exposición, y en forma total, dentro de un año, conformar un libro de consulta que se publicará para beneficio de los que estudian formalmente estos asuntos. Con esta exposición se ha puesto ante nosotros una de las más ricas visiones que hayamos tenido jamás sobre la identidad de nuestro país.
La segunda de las consideraciones hechas al principio, nos remite al hecho de que gracias a la utilización de material impreso en forma de affiches con excelentes fotografías, affiches bellamente diagramados y debidamente acotados con información cronológica y técnica, la exposición puede mostrarse en muchos sitios al tiempo. En este momento, en efecto, hay una a la vista en Buenos Aires, otra en Moscú, y otra aun en las salas del Museo Nacional en Bogotá.
Muchas de las ediciones de la exposición son adquiridas por instituciones conscientes de su importancia, con el fin de circularlas a través de distintos circuitos en Colombia como en el exterior. Todo esto, trabajo y frutos, ha contado con el apoyo directo de las facultades de arquitectura de las universidades Nacional y de los Andes, con el respaldo de entidades tan significativas para nuestras actividades estéticas del momento como la sección de cultura del Ministerio de Relaciones Exteriores, y con el afiebrado desvelo del decano de arquitectura de los Andes, Carlos Morales, quien ha sumado su esfuerzo en el convencimiento de que ya era hora de darle al público colombiano una visión de su quehacer arquitectónico desde el inicio de su memoria nacional. Con esta exposición, entre otras cosas, se quiere hacer comprender distintos aspectos de nuestra historia y temperamento, que sólo se aclaran de verdad cuando quedan vistos en lo arquitectónico.
La exposición de la historia de la arquitectura en Colombia abre este asunto definitivamente para una discusión generalizada. Ahora la disciplina queda más allá de lo que los especialistas puedan afirmar sobre la materia; se traspone así el límite convencional de la arquitectura hecha para arquitectos y se la enfrenta como asunto humanístico que tiene que ver con la cultura y que compone una parte significativa del patrimonio de todos los colombianos.

EL PROXIMO PASO
Hugo Plazas, desde su taller en Cota, mira aspectos de la realidad y los incorpora al espacio del arte por medio de imágenes sorprendentes, que son importantes por lo que tienen de verdadero. Su mano entrenada en la experiencia humanística de la arquitectura, no se para en mientes para referir la omnipresencia que desde el campo suburbano permea la vida actual de la ciudad y genera muchos de sus más significativos trazos.
Al mirar mercados campesinos, tiendas de pueblo, el toro de la vecina, las mujeres que recogen la cosecha de flores, su mujer, los objetos cotidianos en la cocina, a sí mismo; viéndose de cerca, con la nariz pegada al espejo, viéndose de lejos, emergiendo de su paleta, a través de la ventana que lo registra todo, Hugo Plazas quiere explicar hechos, circunstancias y objetos sin hacer una selección temática ni ideológica que sería impedimento de la generalidad generosa de su visión.
Lo que hace es, simplemente, pintar lo que tiene a su alrededor, sin decir mentiras estéticas ni personales, para que, de alguna manera, en esas afirmaciones en la pintura, tanto él como nosotros encontremos asidero que nos permita dar el próximo paso.