Dentro de las prácticas religiosas y la sociedad en general existen diversas supersticiones que dan lugar a ciertas creencias por parte del ser humano. Estas creencias pueden fundamentarse en experiencias personales o en anécdotas compartidas por otros.
Algunas de estas pueden ser adoptadas directamente por las religiones, mientras que otras son rechazadas de forma concreta. Dentro de estos elementos, es importante realizar cierto énfasis en algunas festividades como, por ejemplo, el Halloween, una celebración llevada a cabo a nivel mundial, la cual no suele ser bien vista por algunos cultos religiosos.
Otro ejemplo de este tipo de supersticiones o celebraciones instauradas en la sociedad a partir de ciertas culturas es el viernes 13, una fecha en el calendario que puede presentarse una o incluso dos veces por cada año, y que carga con la fama de ser un día de mala suerte.
En algunas culturas esta fecha puede incluso variar en su día, siendo apuntado de la misma manera el martes 13, supersticiones que han llevado a que el ser humano cambie incluso su rutina del día a día, con el fin de evitar algunos actos en su vida cotidiana que puedan depender de la suerte.
Sin embargo, al igual que el Halloween, este tipo de creencias suelen ser rechazadas por la Iglesia, a partir de argumentos que incluso pueden estar basados en la Biblia u otros elementos de carácter sagrado.
¿De dónde proviene la mala suerte del viernes 13?
Para comprender realmente la postura de la religión frente a estos factores, es importante puntualizar que la mala fama que gira alrededor del viernes 13 se basa netamente en la suerte, a partir de hechos históricos, que incluso se remontan al año 1307.
Según algunas creencias, esto es debido a que el viernes 13 de octubre del año mencionado, el rey Felipe IV de Francia ordenó generar redadas para detener el avance de los templarios en este país europeo. Por lo que se le otorga este significado de mal augurio o hechos de carácter negativo a esta fecha puntual en el calendario.
Ante esto, algunos pasajes bíblicos, si bien no hacen referencia directa al viernes, o a las fechas número 13, sí se refieren a la suerte, como es el caso puntual de Proverbios 16:33, el cual establece que:
“La suerte se echa en el regazo, pero del Señor viene toda decisión”, estableciendo así que la suerte es un elemento que no se presenta de manera puntual y concreta, sino que para poder atraer beneficios o actos positivos a la vida humana, se deben encomendar a Dios, más allá de la suerte.
Por tanto, si bien no existe un rechazo totalmente directo hacia el viernes 13, estas supersticiones van de manera contraria a las creencias religiosas, y en consecuencia a la forma en que los feligreses deben ver el mundo, con base en la religión o en Dios de manera concreta.