AL PUBLICO Colombiano le gusta reír. Le gusta la comedia. Por eso no es raro que obras como la que por estos días presenta el teatro Santa Fe, de Bogotá, tengan un éxito masivo. Lo peligroso de este descubrimiento es que, poco a poco, los directores vayan sacrificando la calidad a cambio de la superficialidad, por el beneficio de la taquilla.