Llegar a un consenso para elegir a los reyes del primer día de Estéreo Picnic no es fácil teniendo a quince bandas tan talentosas y tan diferentes entre sí. Pero el público coincide en que cuatro agrupaciones brillaron especialmente la noche de este jueves: los sudafricanos Die Antwoord y su show futurista que mantuvo la fiesta prendida durante una hora consecutiva; Tame impala, que trajo desde Australia su performance sicodélico; los británicos Mumford and sons y el quinteto islandés Of monsters and men. Quizá los amantes del punk incluirían en esta lista a Bad religion.Primero hay que decir que fue una grata coincidencia para el público de este jueves, que el mismo día se presentaran los Rolling Stones en Bogotá. Sin duda esto le quitó asistentes a Estéreo Picnic, pero le hizo la vida más ágil y cómoda a quienes se decidieron por este festival musical. Aunque hubo quejas de filas eternas para reclamar o comprar boletas, ya al interior del festival había una armonía que se mantuvo la noche completa. Los puestos de comidas, los baños, las estaciones de descanso o de recreo, eran totalmente asequibles sin tener que esperar eternidades. Y lo mismo sucedía en los propios escenarios de los conciertos: era posible desplazarse, bailar y saltar, sin atropellar a los otros.Quizá hubo un escenario que se quedó pequeño para la grandeza de la banda: a Die Antwoord, la agrupación encargada de cerrar la noche, no le dieron la tarima principal. Pero fue en ese escenario menos monumental pero más acogedor, y copado de gente hasta el último rincón, en el que para muchos se vivió uno de los mejores momentos de la noche. La rubísima Yolandi Visser, co-vocalista, no dejó que el público apartara la mirada de ella: por su peculiar voz, por sus atuendos que cambió en varias ocasiones, por su figura ágil y atlética, por su baile y su energía que no se apagaron ni un segundo. Y su escudero, Watkin Tudor Jones, la voz principal, también hizo lo propio. El público se rindió ante su contundente propuesta estética y visual, ante esa reivindicación de lo freaky y lo surreal, ante sus sonidos que son un coctel cultural (electrónica, hip-hop, soul).Tame impala ya había estado en Colombia y volvió porque este país siempre reclama su regreso. Este proyecto del australiano Kevin Parker (creador, líder, alma entera de la agrupación) llegó a Estéreo Picnic para llevar al público a la psicodélica de los años setenta y setenta. Un viaje en el que “uno oye colores en vez de sonidos”, como dice Alejandro Marín, director general de emisoras de Todelar.  Y ese viaje psicodélico se convirtió también en una ceremonia al amor, o al desamor de Kevin Parker, quien tradujo el dolor de una ruptura amorosa en el disco Currents que presentó en Colombia. Esta agrupación, que se mueve por los festivales musicales más importantes del mundo, es la dueña de un show completo de luces y colores y sonidos que se quedan en la memoria. Vibrando. Reclamando más.Las apuestas estaban divididas frente a Mumford and sons: hay quienes los rechazan tajantemente porque son un sonido muy comercial, muy de moda; mientras otros aplauden que hayan logrado un equilibrio entre lo comercial y lo independiente. Fue un público enorme el que cayó rendido ante su mezcla seductora de folk gringo y británico que está sobre todo en sus primeros álbumes. En el escenario todas las miradas eran para el banjo: un instrumento tradicional del folk con un sonido poderoso y brillante. El show de los islandés Of monsters and men, con su propuesta de folk-rock; y del estadounidense Albert Hammond Jr, guitarrista de los Strokes, marcaron también dos puntos altos de la noche en la que también estuvieron presentes los colombianos The kitsch, El otro grupo, La Minitk del miedo, Electric Mistakes y los ultra clásicos 1280 almas.Este viernes, que para muchos será el gran día de Estéreo Picnic, el público espera ansioso a Alabama Shakes, a Noel  Gallagher, a Jungle, y a Florence and the Machine. Pero también espera, inevitablemente, que las filas sean más largas y los tumultos más asfixiadores. A entrenar la paciencia para disfrutar esta experiencia de "un mundo diferente".