Desde hace un par de semanas, Daniel Álvarez Mikey, hijo de Fanny Mikey, dirigió una carta a la presidente de la junta directiva del Teatro Nacional, William Cruz. En ella exige una explicación sobre los manejos financieros y administrativos del festival  por cuenta de que los activos del Teatro Nacional estarían siendo utilizados para hipotecarlos como garantía para pagar las deudas del festival. Además denunció que su cargo de director ejecutivo se eliminó en las nuevas reformas de estatutos en una reunión a la que además no fue convocado.En este panorama, María Jimena Duzán conversó con Mariana Garcés, Jorge Alí Triana, Alejandra Borrero, Carlos Duque y Andrés Hoyos acerca de cuál es el futuro del Festival Iberoamericano de Teatro. Durante el debate los invitados señalaron su preocupación por la mala gestión de los recursos y la organización de este evento que es tan importante para la cultura del país y como referente a nivel internacional. La directora artística de Casa Ensamble, Alejandra Borrero, manifestó que en el gremio de teatro sabían lo que estaba pasando, “callamos para no hacer quedar mal al festival, Fanny Mikey construyó algo increíble para la cultura del país, hacer teatro en años anteriores era imposible y hacer empresa y teatro aún más”. Sin embargo, viendo cómo está la situación, Borrero dijo que es clave que todos los colombianos conozcan la realidad del festival además porque no solo se perjudican los artistas, quienes no han recibido los pagos, sino la imagen del país. Además contó que “en el festival anterior la boletería de Casa E no se vendía y fue por un problema de organización. No nos pagaban y lo que sucedió fue un descalabro impresionante y el artista colombiano fue el que más sufrió y no fue prioridad ni bien tratado”.Jorge Alí Triana, quien fue miembro junto con Andrés Hoyos y Carlos Duque hasta el año 2012 señalaron que parte de su renuncia no solo fueron los malos manejos de dineros sino que se crearon “círculos viciosos y malos hábitos” en donde después de los 1.000 millones llegaron a crear un hueco de 7.500 o más. El problema, dice Hoyos es que además de evidenciarse la crisis del festival, no se manifiesta lo mismo en fiestas u honorarios, es decir, no hay austeridad en el gasto interno.La ministra de Cultura, Marian Garcés señaló puntualmente que si la situación continúa como está, con la misma administración y junta no va a mejorar nada. En los últimos cuatro festivales,  dice la ministra, “las cifra hablan por sí solas, la junta debe rendir cuentas sobre el déficit, la cifra real y los recursos, sin importar de donde vengan para poder planear la reingeniería que necesita y no desaparezca el festival”. Además dijo que “lo que quiere la ciudadanía es que no se espere hasta los resultados de las investigaciones del Distrito, sino en un acto voluntario de la junta dar un gran debate, estar presente y ver con generosidad cual es el futuro para el Iberoamericano”.