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Choque esos cinco

Jóvenes bien preparados, preguntas sin respuesta, gramados con altorrelieve, una leyenda que, a lo Gardel, se despide en Colombia y un episodio que pasó de trágico a cómico, entre los hechos más destacados de la semana futbolera.

Federico Arango Cammaert*
15 de febrero de 2011

Cero kilómetros. En el fútbol como en los negocios se es eficiente cuando se logra una óptima relación costo/beneficio: hay que buscar planteles que cuesten poco y ganen muchos puntos. El mejor ejemplo por estos días es el Quindío, que vino a Bogotá lleno de juveniles y venció a un Santa Fe con una maquinaria seguramente más fina pero con varias reparaciones de motor a cuestas. En otras palabras, el pichirilo gama baja, pero “rendidorcito” y recién sacado de concesionario, le ganó al Ferrari con placa de antiguos y clásicos.
 
Contrafactuales. Suele suceder. Cada vez que se consuma un fracaso de una selección juvenil, de debajo de las piedras comienzan a emerger jugadores que “de haber sido tenidos en cuenta por el entrenador, tal vez la suerte habría sido otra”. Ahora fue Duván Zapata, delantero del América que el domingo se presentó en sociedad con los tres goles que le marcó al Pereira. Al terminar, pocos le preguntaron por su desempeño en la cancha, todos querían saber por qué no había sido llamado por Eduardo Lara. El problema es que él también se contaba entre los que querían esa respuesta.

Camper Cross. Los estadios que no serán sede del Mundial sub 20 bien podrían utilizarse como circuitos de camper cross los sábados por la tarde, así, de paso, los equipos tendrían un ingreso adicional. Los premios de montaña de cuarta y tercera categoría con los que están dotados los gramados de Neiva, Cúcuta, Ibagué y Palmira impiden el libre desplazamiento del balón. Por culpa de estas cordilleras los partidos que en ellos se disputan carecen del ingrediente de tensión permanente, de la sensación de vértigo que en otras ligas cautiva a los fanáticos.

Bunde de despedida. Una anécdota de peso acaba de ingresar a los anales del fútbol colombiano. Ronaldo, el goleador de los Mundiales, se retira tras haber sido derrotado su equipo, el poderoso Corinthians, en Ibagué y por el Deportes Tolima. Después de consagrarse en San Ciro, en el Camp Nou, en el Bernabeu y en Saint Denis, el “gordo”, parado sobre un montículo del Murillo Toro, vio inscrita en la polisombra que oculta la eterna obra gris de este estadio la señal que esperaba para decir adiós.

Qué voltaje. Transcurría el segundo tiempo del partido Equidad vs. Nacional cuando, tras un estruendo, casi todos los jugadores se arrojaron al suelo. Los pararrayos ubicados en las torres de iluminación del Campín cumplieron con su tarea y evitaron una tragedia. Una vez se constató que las únicas víctimas del hecho fueron las amibas de los futbolistas, varios aseguraron, risa burlona entre labios, que el episodio pareció uno de esos flashmobs tan de moda hoy entre la juventud.
 
* Periodista cultural de SEMANA, coautor del libro Bestiario del balón.