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Los uruguayos celebran su contundente victoria ante los colombianos. | Foto: EFE

FÚTBOL

Dolorosa derrota de Colombia ante Uruguay

El equipo dirigido por José Pékerman tuvo una noche para el olvido y fue goleada 3-0 por la selección charrúa, que lidera las eliminatorias sudamericanas hacia Rusia-2018.

Leonardo Niño Rodríguez, periodista de SEMANA
13 de octubre de 2015

La última vez que la selección colombiana de fútbol celebró en grande y mostró el mejor nivel futbolístico de la era Pékerman fue en los octavos de final del Mundial Brasil-2014, cuando derrotó 2-0 a Uruguay con goles de James Rodríguez. Este martes 13 de octubre, en partido válido por la segunda fecha de las eliminatorias hacia Rusia-2018, el equipo mostró una de sus peores caras del actual proceso ante el mismo rival. Cayó por un contundente 3-0 en el estadio Centenario de Montevideo y volvió a dejar las mismas dudas que se vieron en la Copa América de Chile.


El combinado dirigido por José Néstor Pékerman llegó a Montevideo, una plaza difícil donde la selección solo había ganado una vez en la historia, con el reto de demostrar que esos viejos fantasmas habían desaparecido y que el triunfo 2-0 ante Perú en el debut por las eliminatorias no fue casualidad.

Equipo que gana no se toca, y Pékerman se la jugó con el mismo once inicial ante los uruguayos, que no contaban con varias figuras como Luis Suárez y Edinson Cavani (suspendidos) y Cristian 'El cebolla' Rodríguez (lesión).

En las primeras de cambio, Colombia tuvo más el balón e intentó aproximarse al arco rival mediante juego asociado. Sin embargo, los volantes prefirieron intentar con remates desde fuera del área y no buscaron a los delanteros, Carlos Bacca y Teófilo Gutiérrez. Uruguay jugó siempre con intensidad y con garra, algo que siempre lo ha caracterizado. De esa forma inquietó a la zaga colombiana.

Pasados los primeros 20 minutos de juego, Uruguay se acomodó mejor en el campo y fue llevando a Colombia hasta su propia área. Tras varios intentos de pelota quieta, los charrúas se fueron arriba en el marcador cuando el reloj marcaba el minuto 33 y fracción, con un gol del defensor central Diego Godín, capitán del equipo uruguayo, que le ganó el salto a los centrales colombianos y venció a Ospina.

A partir de ese momento, la selección colombiana se fue desmoronando poco a poco. No volvió a haber juego asociado, como se vio durante los primeros minutos, y los jugadores cayeron en la trampa que los uruguayos siempre le han tendido: provocarlos y trabar el juego.

Así finalizó el primer tiempo. Con una Uruguay sólida en defensa y efectiva en ataque, y con una Colombia sin profundidad y desorden táctico. Sorprendió mucho que Pékerman ubicara a Cuadrado por el sector izquierdo, algo que no funcionó porque el volante antioqueño juega mejor por la banda derecha.

Además, Teófilo Gutiérrez y Carlos Bacca no participaron casi del juego porque Cardona ni Guarín lograron filtrar balones claros para que aprovecharan los pocos espacios que les dieron los uruguayos, y los laterales Arias y Fabra no pesaron a nivel ofensivo.

Para el segundo tiempo, Pékerman no realizó cambios pero sí ubicó a Cuadrado en su puesto natural por derecha. Sin embargo, Uruguay salió a apretar de entrada y al minuto 51 aumentó la diferencia con un gol del delantero Diego Rolán, que aprovechó un centro de Nicolás Lodeiro, que había reemplazado al lesionado Martín Cáceres. En la jugada se vio el mismo desorden defensivo del equipo nacional y la floja labor de los centrales, Jeison Murillo y Cristian Zapata.

Colombia intentó aproximarse con más ganas que fútbol. En medio de ese juego hubo un palo tras un cabezazo de Murillo que estuvo cerca de descontar minutos después del segundo gol uruguayo. Ante el resultado adverso, Pékerman realizó dos variantes. Mandó al campo de juego a Fabián Castillo por Teófilo Gutiérrez y a Macnelly Torres por Fredy Guarín.

De allí en adelante el juego no cambió mucho. Uruguay esperó ordenado y contragolpeó con peligro a Colombia que sufría cada vez que regresaba. Lo peor de todo es que muchos de los contragolpes se originaron a causa de errores del equipo colombiano que no pudo asociarse. La falta de ideas y el nerviosismo pesaron mucho. De nada sirvió el ingreso de Radamel Falcao García, un cambio inexplicable si se tiene en cuenta el nivel actual del atacante samario. Hubiera sido mejor que Pékerman le diera la opción a Jackson Martínez.

Finalmente, Uruguay puso cifras concretas al marcador gracias a un golazo del volante Abel Hernández, que ingresó en el segundo tiempo, y aprovechó un resbalón del central Murillo para acomodarse y liquidar el encuentro con un potente zurdazo que no pudo contener David Ospina.

Para terminar la fatídica noche de la selección, Cuadrado salió expulsado luego de darle un codazo a Rolán. Así finalizó una noche para el olvido que dejó muy preocupado al entrenador Pékerman y a todo el país que vio cómo el equipo cayó goleado ante un rival directo en el proceso eliminatorio hacia Rusia-2018.

Colombia enfrentará en el próximo turno a Chile en Santiago, el 13 de noviembre, y a Argentina en Barranquilla, el 17 de noviembre. Se espera que James Rodríguez vuelva de su lesión y que la selección retome su nivel.