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FORMULA UNO DE LA HIPICA

Nieto de "Triguero", "Bogotano" es el caballo más veloz de las pistas colombianas.

16 de agosto de 1982

Tiene una mancha blanca en la frente y pintas del mismo color en dos de sus patas. Así lo reconocen los narradores hípicos, en la confusión inicial de las carreras. Pero después no es necesario identificarlo: siempre va adelante.
Se llama "Bogotano". Y cuando el criador Alfonso Jaramillo lo bautizó, después de traerlo con su madre desde Argentina, nada le hizo presentir que había comprado el mejor caballo desde el legendario "Triguero".
Su calidad no es gratuita. Por las venas de "Bogotano" corre la misma sangre de "Triguero", que fue algo así como su abuelo, hace 25 años. Aunque "Bogotano" no tiene todavía una tradición de años como ganador, lleva seis meses barriendo con todas las carreras, en todas las distancias. Está llegando a la edad ideal para un caballo de carreras -los tres años- y parece reunir todos los rasgos de un fenómeno. Ni un solo caballo de las decenas que viven en las pesebreras del hipódromo de Los Andes ha podido derrotarlo en carreras clásicas, como los 1.400 metros en pista de arena, y los 1.200 en pista de grama. Al caballo no le afecta el cambio de material, ni el terreno mojado. Ha llegado a ganar hasta por quince cuerpos de ventaja.Por ello, después de una extraordinaria carrera en la pista de hierba, tras un aguacero, algunos viejos aficionados presentes en las tribunas comentaron que "Bogotano" podría revivir los tiempos de "Tropicana" y de "Chaval", dos mitos en la historia reciente del ya cerrado hipódromo de Techo.
"Bogotano" nació en el segundo semestre de 1979, y por esa circunstancia sus criadores no creyeron en él. Algunos hípicos creen que sólo los caballos nacidos en el primer semestre del año están destinados al triunfo. Pero "Bogotano" merece que le adelanten la fecha del nacimiento, ya que la creencia parece irrefutable.
Como viajó muy joven desde el criadero argentino a Bogotá, se le llamaba "Bogotá Ascot". Pero Alfonso Jaramillo lo rebautizó, y despues lo olvidó, porque su figura era poco prometedora. Su precio fue bastante bajo, y pocos creyeron en él, hasta que se encontró con el "jockey" José Luis González y el preparador chileno Enrique Petit. Ahora, dos años más tarde, nadie da el valor exacto del caballo. Ni se vende.

APUESTA EQUIVOCADA
"Bogotano" luce una hermosa estampa. Bajo la piel reluciente y tensa, tiemblan los músculos. Tiene un color castaño oscuro, y las manchas blancas, situadas en las patas del mismo lado permiten diferenciarlo al principio de la carrera, cuando los caballos se confunden en una nube de polvo, al otro lado de la pista. Su sangre y su extraordinario instinto para apretar el paso o reservarse al impulso final, lo llevan siempre a "cruzar el disco" antes que los demás.
"Bogotano" tiene cuatro socios. Uno de ellos, Andrés Lloreda, un abogado de 32 años de edad que dice jocosamente "soy dueño de una pata", cree que en un futuro próximo el caballo puede estar corriendo en pistas internacionales.
La llamada "gran industria de la hípica" vuelve a la actualidad a través de este ejemplar, que no parece afectado por los 2.200 metros de altura de la Sabana. Ello es motivo de más confianza aún, porque se cree que a nivel del mar, "Bogotano" va a pulverizar las marcas de distancias clásicas.
Lloreda cree que a pesar de tales perspectivas, tener un caballo no es muy rentable. Muchos de los propietarios no logran pagar totalmente los caballos, y los gastos son muchos. Los apostadores tampoco ganan mucho. Siendo "Bogotano" favorito, la única esperanza de lograr un acierto sería apostar a "Bartolo" o a "Yambo" sus dos opositores más fuertes, que están bastante lejos de derrotarlo. En todo caso, cuando José Luis González sale a la pista oprimiendo los lomos de "Bogotano" sabe siempre que no deberá soportar la lluvia de terrones que los cascos de los caballos delanteros sueltan sobre los jinetes perdedores.