El oleoducto será inaugurado por el presidente Uribe. Serafino Iácono y Miguel Ángel de la Campa son los principales socios de la compañía

EMPRESAS

En las grandes ligas

En pocos años, la petrolera canadiense Pacific Rubiales pasó de ser una pequeña firma independiente a una de las más importantes del sector en Colombia. Así lo logró.

5 de septiembre de 2009

El próximo lunes 14 de septiembre tendrá lugar una de las inauguraciones más importantes de los últimos años en el sector petrolero colombiano: se trata del nuevo Oleoducto de los Llanos, que empezará a transportar crudo con una capacidad inicial de 60.000 barriles por día. El tubo va entre el pozo Rubiales en Meta y la estación de Monterrey en Casanare, donde el nuevo trazado se unirá al Oleoducto Central que lleva el petróleo hasta Coveñas en la Costa.

Es el evento del año en el sector. Por esta razón, el propio Presidente de la República cortará la cinta. Gracias a estas obras, el pozo de Rubiales pasará de producir diariamente 65.000 barriles a 100.000 antes de finalizar el año, con lo que se convertirá en uno de los más grandes del país, apenas superado por Cusiana y Caño Limón. Y la zona pasará a ser una de las más prometedoras en materia de hidrocarburos. Los expertos han calculado que podría contener un total de 500 millones de barriles, lo que significa casi el 33 por ciento de las reservas actuales de crudo del país.

Tanto en el oleoducto como en el pozo, Ecopetrol es socio de una firma que hasta el momento no le dice mucho a la mayoría de los colombianos: Pacific Rubiales Energy. Una compañía desconocida que se convirtió en pocos años en pieza clave del mercado petrolero colombiano.

Pacific es una de las representantes del esquema petrolero canadiense. Se trata de empresas medianas que van por el mundo en busca de proyectos de petróleo o minería y para financiar sus actividades emiten acciones en el mercado de valores de Toronto.

Así ocurrió con Pacific Stratus y Petro Rubiales, dos empresas canadienses que llegaron al país a trabajar en proyectos pequeños de gas y petróleo y que en enero de 2008 se fusionaron en la nueva Pacific Rubiales. Desde entonces, y hasta la fecha, Pacific ha venido adquiriendo más activos y actualmente cuenta con proyectos de gas (La Creciente), la operación del pozo Rubiales en Meta, donde también es socio de Ecopetrol, y más de 30 proyectos exploratorios en todo el país.

Siempre se ha especulado acerca de quiénes son los dueños de la compañía. El magnate canadiense Frank Giustra desempeñó un papel importante al promover la inversión canadiense, pero fuentes de Pacific señalan que actualmente no tiene inversión alguna en la firma.

Otro empresario que ha aparecido vinculado es Germán Efromovich, quien era el principal socio de Meta Petroleum, firma que operaba el pozo Rubiales y que fue adquirida por Pacific. Sin embargo, la participación de Efromovich actualmente no es mayoritaria.

Los principales socios de Pacific Rubiales hoy tienen origen italo-venezolano. Se trata de Serafino Iácono y Miguel Ángel de la Campa, quienes han participado de muchos proyectos mineros y petroleros en varias partes del mundo.

La fórmula del éxito para Pacific está relacionada con su manera de financiarse en el mercado de valores, lo que le exige políticas de buenas prácticas; además, ha concentrado su interés en proyectos medianos, que sumados empiezan a mostrar una empresa de tamaño interesante. Además, ha contado con suerte, pues el petróleo está empezando a salir y las prospectivas son muy alentadoras. Obviamente hubo una apuesta, pues Rubiales era un pozo prácticamente sin futuro, que operaba en circunstancias difíciles: el crudo salía mediante 2.500 carrotanques por la vía el Llano hacia Bogotá y luego hacia la Costa. Así que la inauguración del oleoducto demuestra que esta compañía también toma riesgos y por eso ha logrado escalar en el ranking de producción de crudo en Colombia. Tanto, que actualmente es la petrolera independiente más importante del país.