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Las centrales de crédito, que guardan los datos de los deudores del sector financiero, suavizan sus políticas. ¿Significa esto que los bancos van a prestar más fácil?

13 de octubre de 2003

"Pero si yo ya pague". Esta es una de las respuestas típicas de quien aparece reportado en una central de riesgo y, por esa razón, le niegan un crédito. Estas equivocaciones 'del sistema', muy frecuentes en los últimos años, han traído numerosas tutelas, sentencias de la Corte Constitucional, un buen número de

quejas ante la Superintendencia Bancaria y varios debates en el Congreso. Han hecho también que una de las centrales de riesgo que hay en el país, Datacrédito, haya dado pasos decididos para mejorar la imagen de 'lista negra' que tienen de ella muchos colombianos.

La semana pasada Datacrédito anunció que a partir de este mes reducirá de cinco a dos años el tiempo de permanencia en sus bases de datos de las personas que hayan pasado por un cobro jurídico o a quienes se les haya cancelado una cuenta bancaria por mal manejo. Esto significa que cuando un banco o una empresa de celulares, por ejemplo, le pida un reporte sobre cómo una persona ha pagado sus deudas en el pasado, en éste aparecerán los registros de los últimos 24 meses. Si con anterioridad a esos dos años a esa persona le tuvieron que mandar abogados para que cancelara una obligación no aparece eso en su historia.

Hace algunos meses, además, esta central de información crediticia adoptó un código de autorregulación con el fin de "manejar una serie de estándares de servicio y de respeto por el público", dice Juan Manuel Villaveces, presidente de Computec, la empresa que presta el servicio de Datacrédito. La otra central de riesgo que existe en el país, Cifin, administrada por la Asobancaria, había adoptado un código de ética en 1996, que básicamente recoge lo que ha dicho la Corte Constitucional sobre la información de crédito reportada en bases de datos.

Ante la falta de una ley que regule la operación de las centrales de información crediticia la Corte Constitucional terminó fijando las reglas de juego de este negocio. Sin embargo aún está abierto el debate sobre cuánto tiempo debe permanecer reportado un moroso, qué responsabilidades tienen las centrales y las entidades financieras o quién debe proteger a los usuarios contra posibles abusos. De hecho, actualmente cursan en el Congreso dos proyectos de ley que buscan regular el tratamiento de los datos personales y, dentro de ellos, la información sobre los hábitos de pago de una persona.

A un lado del debate están los casi 11 millones de colombianos sobre quienes existe información en las centrales. Al otro están las entidades financieras y las empresas que necesitan saber si una persona es buena o mala paga.

Cascada de quejas

En los últimos dos años la Superintendencia Bancaria ha recibido más de 4.500 quejas de ciudadanos por reportes en centrales de riesgo. Muchos de ellos también han puesto tutelas, al punto que, según el presidente de Datacrédito, hubo meses en que las centrales de riesgo fueron la primera causa de tutelas en el país. Según Jaime Alberto Gómez, vicepresidente jurídico de la Asobancaria, todavía hoy la Cifin debe responder un promedio de 80 tutelas mensuales.

A veces los reclamos se originan en errores de las entidades financieras. Por ejemplo, usted cancela una tarjeta de crédito y le queda un pequeño saldo pendiente que el banco nunca le cobra. Así, mientras usted cree que está a paz y salvo y tiene un certificado que lo prueba, la entidad lo sigue reportando como moroso. La mayoría de las veces, sin embargo, las quejas tienen que ver con el desconocimiento de la gente sobre cómo funcionan. "Muchas personas creen que por ponerse al día dejan de estar reportadas en una central de riesgo", dice Rosa Lucía Giraldo, defensora del cliente de varias entidades financieras.

Cuando una persona saca una tarjeta de crédito o abre una cuenta corriente firma una autorización para que el banco consulte su historia crediticia y reporte cada mes de ahí en adelante si paga cumplidamente o se atrasa. El problema está en que algunas entidades financieras no le explican al cliente que tanto la información positiva como la negativa serán reportadas. Más de 80 por ciento de los datos que tienen Datacrédito y Cifin corresponden a pagos oportunos. El resto son las deudas que están en mora. Pero, ¿durante cuánto tiempo aparece como morosa una persona que alguna vez se atrasó en un pago?

La Corte Constitucional estableció que si, por ejemplo, usted se 'colgó' durante tres meses en las cuotas de su tarjeta de crédito, este retraso podrá aparecer en el reporte hasta seis meses después del pago, es decir, el doble del tiempo de mora. Si dejó de pagar durante un año, esta información permanecerá en el reporte hasta máximo dos años y si, para obligarlo a pagar, el banco tuvo que recurrir a un juez el tiempo de permanencia será de cinco años. Los reportes de Cifin se ciñen a lo establecido por la Corte. Desde este mes, en cambio, los reportes de Datacrédito tendrán, en todos los casos, la historia de los últimos dos años.

Para algunos, en todo caso, esta 'sanción' es demasiado severa e impide que muchos colombianos puedan conseguir crédito. Esta percepción tuvo eco en el Congreso, donde desde 1999 aprobaron tres leyes que obligaban a las centrales de riesgo a hacer "borrón y cuenta nueva". Aunque la Corte Constitucional declaró inexequibles estos artículos todavía hay quienes opinan que este tipo de 'amnistías' son necesarias.

Para otros, en cambio, lo necesario es aumentar el tiempo de permanencia de los datos negativos. La Superintendencia Bancaria, por ejemplo, redactó un proyecto de ley en 2002 que subía a siete o 10 años el período durante el cual deben quedar registrados los casos de mora. Esa es la regla aplicada en Estados Unidos por considerar que cubre todo el pasado crediticio de una persona, es decir, tanto las buenas como las malas épocas.

Quedar reportado negativamente en una central de riesgo estadounidense significa la 'muerte' comercial durante un buen tiempo. La diferencia radica en que en ese país existen una ley y una entidad, la Federal Trade Commission -FTC-, encargada de vigilar que se dé un buen uso a la información personal y que se garanticen los derechos de quienes aparecen reportados. Las normas para los malos deudores son estrictas, pero también lo son para las entidades que dan información errónea o que no responden a tiempo los reclamos de los clientes. En enero de 2000, por ejemplo, la FTC impuso una multa de 2.500.000 dólares a las tres agencias que operan en ese país por no tener el personal suficiente que respondiera las solicitudes de los consumidores a través de una línea telefónica gratuita.

Aunque en Colombia cualquier persona tiene derecho a solicitar su reporte a las centrales de riesgo sin ningún costo y a que se corrija la información errónea, no hay una entidad del gobierno que garantice el cumplimiento de ese derecho. Las centrales de riesgo han tomado medidas de manera voluntaria. Datacrédito, en su código de autorregulación, se compromete a dar una respuesta en máximo 15 días hábiles a cualquier consulta. Permite además que, si una persona cree que hay un error en una deuda reportada y éste no ha sido resuelto, ponga en el reporte con sus propias palabras la explicación correspondiente. La Cifin pondrá a funcionar un sistema en los próximos meses para hacer correcciones automáticas a la información inexacta.

"Más importante que la permanencia de la información, sin embargo, es la calidad de la misma", dice Patricia Cárdenas, presidenta de la Asobancaria. En últimas lo que necesitan los bancos es tener los datos suficientes para medir el riesgo de prestarle a una persona.

Ver para prestar

"Qué pena. Venga otro día a cobrar su CDT porque un deudor no me pagó una plata que le presté hace un tiempo". Esta sería una respuesta que nadie admitiría de un banco a la hora de hacer un retiro. Es responsabilidad de las entidades financieras otorgar bien el crédito, pues están prestando el dinero de sus ahorradores. Y para hacerlo bien, la clave es la información. Este fue, de hecho, uno de los primeros hallazgos teóricos del famoso Nobel de Economía Joseph Stiglitz.

Estudios estadísticos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo concluyen que las centrales de riesgo, al proveer la información adecuada, deben facilitar el acceso al crédito. La teoría dice que si un banco puede diferenciar un deudor bueno de uno malo puede prestar dinero al cumplido a mejores tasas de interés y sin necesidad de prendas e hipotecas. Cuando no hay información, termina prestándoles únicamente a los que ofrecen suficientes bienes en garantía. Estos últimos no son, precisamente, los que más necesitan el crédito.

Desde hace algún tiempo la Superintendencia Bancaria viene trabajando con las entidades financieras colombianas para que midan mejor el riesgo de no pago de los créditos. Aunque ya algunas se han movido en esa dirección todavía son pocos los beneficios que recibe la persona que es buena paga. Le cobran la misma tasa de interés y le exigen las mismas garantías que a cualquier persona.

Mientras los colombianos no perciban los beneficios de tener una buena historia crediticia, y tengan plena confianza en que los datos corresponden a la realidad, tendrán razones para quejarse. La buena noticia es que los reclamos ante la Superbancaria por la información de las centrales han caído. Esto sugiere que algo se está avanzando.