68 países del mundo han impuesto más de 80 medidas para restringir sus exportaciones de bienes e insumos de salud, según la OMC. | Foto: Cesar Cadavid Martínez

COMERCIO

Comercio mundial, a cuidados intensivos por el coronavirus

En un año que pintaba de recuperación tras la guerra comercial, el mundo enfrenta un cierre masivo de fronteras, que podría poner a más de un gobierno contra las cuerdas.

16 de abril de 2020

El comercio internacional apenas registraba signos de recuperación en los primeros dos meses de 2020 tras una dura guerra comercial entre Estados Unidos y China, cuando le cayó este nuevo y enorme baldado de agua fría.

La expansión mundial del nuevo virus puso de nuevo en jaque la libre circulación de bienes y servicios entre los países, muchos de los cuales hoy tienen cerradas sus fronteras comerciales con barreras comunes y extraordinarias. Al cierre de esta edición dejaba más de un millón de contagiados.

Según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), 68 naciones han impuesto más de 80 medidas restrictivas en el frente externo, incluidos mayores impuestos a las compras externas o medidas no arancelarias.

Sin duda, este cierre de las puertas al mundo tiene implicaciones negativas para las economías globales, sobre todo para los países emergentes. Eso concluye un análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que califica como "un retroceso" la idea de caer en retóricas nacionalistas con restricciones a las exportaciones mundiales.

La entidad señala que, a largo plazo, el coletazo desincentivará la producción de las industrias de estos países. En efecto, ya no tendrán la certeza de poder exportar, sin que siquiera se sepa cuánto durará la crisis global.

De hecho, el BID plantea "impulsar acuerdos comerciales regionales y multilaterales para facilitar la coordinación de las medidas de prevención y mitigación de pandemias; y evitar que medidas unilaterales produzcan costosos conflictos comerciales y diplomáticos que retrasen la recuperación y comprometan el crecimiento de largo plazo".

La realidad, no obstante, está lejana. Los gobiernos del mundo están tomando cada vez más decisiones para proteger su producción nacional y suministrar a sus ciudadanos los elementos necesarios para enfrentar esta pandemia, lo cual deja al comercio mundial en problemas mientras dure la emergencia.

Para Daniel Gómez, subdirector del Departamento Nacional de Planeación (DNP), “esta es una reacción normal y predecible de todos los países, no obstante, para evitar este panorama, se hicieron cosas como crear la OMC y el sistema multilateral de comercio, de tal modo que el mundo llegara a acuerdos, y así poder usar mucho más efectivamente el comercio para resolver problemas de abastecimiento”.

Y es que, en algunos países, los aranceles para importar bienes o insumos relacionados con la salud se mantienen tan altos, que pueden alcanzar 55% del valor del producto. Es más, la OMC identificó en el mundo las cinco naciones con los impuestos más costosos de importación para los tapabocas: Ecuador, Bolivia, Venezuela, Brasil y Argentina.

A pesar de lo anterior esta entidad, junto con la Organización Mundial de Aduanas (OMA), buscan darle una salida a este jaque temporal al comercio mundial, mediante un plan para minimizar los cierres de fronteras, en particular para el tránsito de productos esenciales para combatir la covid-19.

Pero pocos países les están siguiendo el juego a estas organizaciones y, si todos imponen muros a la hora de exportar bienes básicos o insumos del sector, resultarán afectados sobre todo los ciudadanos de aquellas naciones que alcancen a suplir las necesidades locales.

El coletazo, además, se podría extender a algunos países desarrollados, teniendo en cuenta que pocos pueden producir todos los productos o servicios necesarios para mitigar este virus, y dependen de cadenas globales.

Una oportunidad

En este tablero, Colombia no es ajena a esta realidad. De hecho, el Ministerio de Comercio ha hecho lo propio y hoy tiene prohibido vender al extranjero artículos como alcohol, medicamentos, jabones, desinfectantes, tapabocas y prendas de vestir plásticas, entre otros, según un análisis hecho por Analdex, el gremio de los exportadores.

Esta medida va en contravía de las recomendaciones de la OMC y el BID. Pero el ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, explica que la misma busca cubrir la demanda colombiana, de tal modo que no haya desabastecimiento. Incluso, explica que la norma es lo "suficientemente flexible" para que, al momento de garantizar que la oferta cubre la demanda local, estos bienes se puedan exportar.

Con este panorama, más de un empresario podría resultar beneficiado, ya que se abriría a nuevos mercados. Es el caso de los confeccionistas o fabricantes de uniformes de protección, guantes, geles antibacteriales y tapabocas, que hoy producen para el mercado local, pero eventualmente su vitrina estará en todo el mundo.

Todo dependerá del avance del virus y del nuevo orden mundial que resulte cuando termine esta emergencia.