TROPIEZO EN EL CAPITOLIO

Un nuevo golpe recibió la política económica del gobierno la semana anterior, cuando por enésima vez el Congreso de la República se negó a discutir el proyecto de solución parcial al déficit fiscal presentado por la administración hace un par de meses. En esta oportunidad, la negativa provino del liberalismo oficialista el cual, con menos de una semana para la terminación de las sesiones extraordinarias, divulgó un documento en el que solicita que se le hagan una serie de reformas a las iniciativas del proyecto de ley. Semejante actitud fue inspirada, aparentemente, por las flojas explicaciones que diera el ministro de Hacienda en el Parlarnento, en respuesta a un cuestionario de 15 puntos que le habían presentado desde hace tres semanas miembros del partido de oposición y del Nuevo Liberalismo. Entre las exigencias de la bancada liberal se encuentran la de modificar la iniciativa de desmonte de las rentas de destinación especial al Sena y el ICBF, la de eximir de declarar renta a los empleados, la de eliminar la sobretasa al papel periódico y la de aplicar penas severas a los evasores de impuestos.
Lo sucedido en el Capitolio se constituyó en el más reciente tropiezo de una iniciativa que ha creado innumerables polémicas, pero que es una de las cartas de presentación del equipo económico ante las entidades de crédito internacional. Como se recordará uno de los objetivos de la actual política económica es el de reducir la proporción del déficit fiscal dentro de la economía y para lograrlo se hace indispensable la aprobación del proyecto que cursa en el Congreso. Aunque el viernes anterior el ministro de Hacienda daba por descontado que algo votarán los legisladores esta semana, la verdad es que nadie sabía con certeza cuál será la forma de la ley que acabe siendo impresa en el Diario Oficial.
Semejante circunstancia le podría crear problemas a los negociadores colombianos que en los próximos días, deben estar definiendo ante la banca privada internacional las condiciones de los préstamos que por cerca de mil millones de dólares, necesita el país para los próximos dos años. Los especialistas han recordado que la monitoría aplicada por el FMI a la economía colombiana tiene unas metas muy claras de resultados, y, si estos no se logran, los bancos pueden decidir no girarle mas dólares a Colombia creando la situación de caos que se desea evitar.
El tropiezo en el Congreso vino a complementarse con otra mala noticia para la economía colombiana, cuando el Dane anunció que por cuarto mes consecutivo el incremento en el índice de precios al consumidor en abril se acercó al 3%, con lo cual el acumulado para el presente año supera el 11%. si bien el gobierno todavía insiste en culpar al clima de lo sucedido, en medios de oposición se persiste en que el equipo económico se durmió sobre los exitos conseguidos en materia de inflación en años anteriores y por lo tanto descuidó los precios hasta que fue demasiado tarde.
No obstante tales críticas, la semana pasada los economistas oficiáles aseguraron que la situación se ha venido controlando paulatinamente y que los meses siguientes mostrarán una mejoría en la mayor parte de los sectores de la economía. -