Home

Empresas

Artículo

William Shaw, fundador de Ultra Air
William Shaw, fundador de Ultra Air. | Foto: Fotomontaje/SEMANA

Transporte aéreo

CEO de Ultra Air habló sobre la situación crítica de la compañía: “Hasta último momento siempre actuamos con la responsabilidad”

William Shaw indicó que agotaron todas las opciones para no llegar a tal punto de cerrar operación.

2 de abril de 2023

Un final amargo en materia de transporte aéreo tuvo el mes de marzo con la decisión de Ultra Air de cerrar operaciones. La aerolínea informó que desde el jueves 30 de marzo a las 0:00 horas se suspendería la operación de la empresa en Colombia, a solo unos días de la llegada de la Semana Santa.

De acuerdo con la aerolínea, “hace un año inició operación la única aerolínea comercial regular de capital colombiano, con una propuesta amigable, alegre y moderna, Ultra Air llegó para atender un segmento del mercado que antes no podía volar debido a los altos costos de este servicio esencial”.

De igual manera, durante el tiempo que funcionó, la aerolínea transportó más de dos millones de pasajeros, conectó las principales ciudades del país, ganó más del 8 % de participación del mercado aéreo colombiano y generó más de 1.200 puestos de trabajo directos e indirectos.

aerolínea de bajo costo Ultra Air
Situación en el aeropuerto El Dorado tras el cierre de la aerolínea de bajo costo Ultra Air | Foto: Guillermo Torres Reina /Semana
William Shaw, CEO de Ultra Air, informó sobre el plan de expansión que implementará la aerolínea desde este 2023 y con el que se buscará mejorar el servicio que actualmente brinda a los colombianos.
William Shaw, CEO de Ultra Air. | Foto: Cortesía: Ultra Air.

Sin embargo, su CEO, William Shaw, CEO Ultra Air explicó el porqué de la decisión de cesar operaciones.

¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a tomar la decisión del cese de operaciones de Ultra Air?

William Shaw (W.S): La aerolínea desplegó diferentes estrategias orientadas a fortalecer la capitalización financiera y, de esta manera, poder sortear la crisis mientras se estabilizan los precios. Escenario que a la fecha no ha ocurrido. Las directivas de Ultra Air tocaron las puertas de diferentes estamentos del Gobierno nacional, como los Ministerios de Transporte, Comercio y Hacienda, el Fondo Nacional de Garantías, la Aeronáutica Civil e incluso Satena. Por otra parte, estableció contacto con otras aerolíneas e inversores, con el fin de analizar opciones de compra, fusión o capitalización. Esfuerzos que, por diferentes motivos, no dieron resultado.

Mientras todo esto ocurría, la suspensión de operaciones de otra aerolínea, la tercera más grande del país, puso en alerta a los proveedores de la industria, a los arrendadores de aeronaves y las autoridades, quienes empezaron a exigir pagos inmediatos e incluso prepagos de los insumos y servicios necesarios para la operación, lo cual no es usual en esta industria.

Los inversionistas respaldaron la continuidad de la empresa con una capitalización adicional, sin embargo, la disponibilidad de recursos frescos por parte de entidades financieras respaldadas por el Fondo Nacional de Garantías no llegaron a tiempo. Con esta decisión pierden los inversionistas, la banca, las agencias, los proveedores, los empleados y pasajeros y su fundador.

¿Por qué no pararon a tiempo y por qué vendieron hasta el último día?

W.S: Hasta último momento siempre actuamos con la responsabilidad de mantener la operación. Antes de suspender la operación teníamos una solicitud de crédito de una entidad financiera, con el respaldo del patrimonio de los accionistas, y a espera de una solución por parte del Fondo Nacional de Garantías, que efectuó un nuevo requerimiento y nos llegó tarde. Tampoco llegó la que confirmación de uno de los fondos internacionales que estábamos gestionando. Una vez tuvimos confirmación que estos recursos no llegarían, procedimos de inmediato a suspender la venta de tiquetes y cerrar la operación a media noche del 29 de marzo.

¿Quién pierde con la salida de Ultra?

W.S: Con esta decisión pierden todos, pierden los pasajeros, los inversionistas, la banca, las agencias, los proveedores, los empleados, el turismo que es una bandera para este Gobierno, la industria y sobre todo pierde el país al perder sus aerolíneas de bajo costo y la competencia en favor de los clientes. Pierden aquellos que sueñan con poder viajar más, pierde la cadena del sector turismo: la ciudad destino que estaba recibiendo un mayor volumen de visitantes gracias a tarifas competitivas, sus hoteles, restaurantes, los lancheros, los artesanos y hasta los vendedores ambulantes.

¿Sobre el Modelo Low Cost?

W.S: No se trata de un modelo improvisado, ha sido probado con éxito en muchos países del mundo, al punto de que hoy más del 50% de las sillas que se ofrecen en Europa, Estados Unidos y África pertenecen a aerolíneas de bajo costo.

En Colombia la aerolínea pionera fue Viva Colombia (hoy Viva Air) que nació en mayo de 2012 con el fin de ampliar el mercado, no de quitarle usuarios a las tradicionales, pero sí de atender un amplio segmento de la población que no tenía los recursos suficientes para transportarse en avión en un país con serias dificultades de movilidad debido a la deficiente infraestructura de carreteras, problemas de seguridad, olas invernales, entre otros. Esto se vio reflejado en un significativo crecimiento de pasajeros que pasó de 16,9 millones de viajeros movilizados en 2012, a 41,2 millones en 2019 (cifras Aeronáutica Civil).

   El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, informó que el Gobierno nacional evalúa la reducción del IVA a los tiquetes de avión y del impuesto a la gasolina, tras las crisis de las aerolíneas Ultra Air y Viva Air.
El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, informó que el Gobierno nacional evalúa la reducción del IVA a los tiquetes de avión y del impuesto a la gasolina, tras las crisis de las aerolíneas Ultra Air y Viva Air. | Foto: guillermo torres-semana / juan carlos sierra-semana

Detrás de estas cifras está la historia de millones de colombianos que montaron por primera vez en avión, que cumplieron el sueño de llevar a su familia a conocer el mar, que contribuyeron a dinamizar el turismo y la economía de las regiones.

El modelo de negocio se consolidó al punto de convertirse en la segunda aerolínea del país con más del 20% de participación, con vuelos domésticos e internacionales. La democratización de este servicio esencial se convirtió en una realidad, superando uno de los momentos más oscuros para la aviación mundial como fue la pandemia por covid-19. Se estima que cerca del 40% del mercado aéreo del país era atendido por aerolíneas low cost.

Este modelo de negocio que en la actualidad está siendo llevado a la práctica por muchos sectores e industrias, como hoteles, supermercados, servicios, etc., hace que la productividad y beneficios se maximicen a menores costos, sin afectar la seguridad y calidad. En el mundo existen reconocidas aerolíneas low cost en Europa, Estados Unidos y Asia que demuestran que pueden ser rentables y sobre todo, necesarias para la competitividad del mercado.

Las aerolíneas de bajo costo que surgieron en Estados Unidos a principios de los 90 y que se fueron expandiendo por Europa y el resto del mundo ante el aumento en la demanda del transporte aéreo, han democratizado este servicio, ampliando el mercado en casi todos los destinos donde opera y generando mayor competitividad para beneficio de los usuarios.