Vivienda nueva
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Fedelonjas, el gremio que representa a la propiedad raíz, criticó esta propuesta. Foto Diana Rey Melo / Semana | Foto: DIANA REY MELO

Economía

Fedelonjas criticó el aumento de impuesto a la ganancia ocasional ¿por qué?

El Gobierno nacional radicó este lunes el proyecto de reforma tributaria en el Congreso de la República.

10 de agosto de 2022

En busca de conseguir más de 25 billones de pesos, el gobierno de Gustavo Petro radicó finalmente la reforma tributaria, en la cual hizo fuertes modificaciones a la manera en la que los colombianos pagan sus impuestos.

En el caso de los dividendos, por ejemplo, se trata de todo un revolcón, pues este componente estaba incluido en una de las cuatro cédulas con las cuales se establecía el impuesto de renta a las personas naturales. De esa manera, el ministerio considera que no se puede seguir con ese modelo que termina gravando con menor impuesto a los que más tienen en comparación con los asalariados.

Desde la perspectiva del gobierno, “para la gravación de los ingresos de las personas naturales se toman en cuenta los ingresos de trabajo, honorarios, capital, no laboral, pensiones, ganancias ocasionales y dividendos”.

En Colombia, según el documento de soporte de la reforma tributaria, “algunas rentas de capital de las personas naturales, entendidas en un sentido amplio como las rentas de capital -rendimientos financieros, regalías y arrendamientos-, ganancias ocasionales –las cuales incluyen herencias y donaciones– y dividendos y/o participaciones, presentan un tratamiento tributario disímil frente al resto de ingresos, lo que deteriora la equidad horizontal del impuesto de renta de personas naturales”.

Las ganancias ocasionales provenientes de loterías, rifas y apuestas son gravados a una tarifa de 20 %, mientras que aquellas por enajenación de activos fijos, las utilidades originadas en la liquidación de sociedades, herencias, donaciones e indemnizaciones por seguros de vida están gravadas con una tarifa de 10 %”.

El problema de la inequidad es tal que “en el último decil (el de los más ricos”, los ingresos brutos presentan una recomposición de ingresos en favor de ingresos de capital y mixtos. En este sentido, las ganancias ocasionales y dividendos, al tener un tratamiento tarifario diferente respecto a la cédula general, ocasionan una disminución de la tarifa efectiva de tributación en los ingresos más altos”.

En ese sentido, Fedelonjas, el gremio que representa a la propiedad raíz, criticó esta propuesta, pues su presidenta, Karina reyes, advirtió que puede afectar la inversión la inversión en segunda vivienda, “pues la tasa subirá del 10 % al 19 %, llegando incluso al 39 %, esto dependiendo del monto de la venta”.

También dice que “las personas buscarán aumentar la evasión del impuesto impactando así el recaudo esperado, no solo en ganancia ocasional sino en impuestos y tarifas asociadas como el registro, retención a la fuente y derechos notariales”.

A su vez: “En aquellas ciudades donde no está actualizado el catastro se desmotivará aún más la inversión pues se prevé que la ganancia ocasional en estos casos será mayor”.

Reforma tributaria de Petro propone acabar con el 4 x 1.000, pero no para todos

No hay nada más permanente que lo temporal y así ocurrió con el impuesto del 4 x 1.000 con el que se gravaron algunas operaciones financieras. Aunque múltiples veces se han radicado proyectos de ley en el Congreso de la República para desmontarlo, hasta el momento ninguno ha tenido éxito y ya tiene 24 años de vigencia en Colombia.

Este impuesto, también conocido como Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF), nació para hacerle frente a la crisis bancaria por la que estaba pasando el país en 1998 y, en ese entonces, se esperaba que su vigencia fuera solo por un año.

Sin embargo, su eliminación se fue postergando con el pasar de los años porque se convirtió en una fuente de financiación para la reconstrucción de zonas afectadas por el terremoto del Eje Cafetero (1999) y ayudó a enfrentar la crisis de 2014 por el desplome de los precios de petróleo, que afectó fuertemente los ingresos de la nación.

Al parecer, después de 24 años de vigencia este impuesto podría llegar a su fin en Colombia, pero no para todos los colombianos, de acuerdo con una propuesta que fue incluida en el proyecto de ley de la reforma tributaria que radicó el Ministerio de Hacienda el pasado lunes 8 de agosto.

De acuerdo con el director de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), Luis Carlos Reyes, si se aprueba el Artículo 64 de la reforma tributaria, se acaba el 4 x 1.000 para quienes hagan movimientos menores a $ 13,3 millones al mes. “Ya existe una exención para una sola cuenta bancaria marcada. En adelante, los bancos deberán consolidar información entre ellos para que la exención aplique sin necesidad de marcar la cuenta”, dijo.

Cuando se creó, este impuesto era de solo un 2x1.000, es decir que se debían pagar $ 2 por cada $ 1.000 de alguna operación financiera. Luego se incrementó a un 3 x 1.000 y en el 2006 subió al 4 x 1.000 actual, que se cobra, por ejemplo, por los retiros en cajeros o ventanilla, desembolsos de créditos o transacciones en cuentas corrientes o de ahorro.

Contrario a lo que muchos colombianos piensan, aunque son las entidades financieras las encargadas de recaudar este impuesto del 4 x 1.000, este dinero finalmente llega a las arcas de la nación para financiar el Presupuesto General de cada año. Es decir que no es un dinero con el que se queden los bancos.