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Mientras que el 45,6% del total de la población femenina en edad de trabajar está ocupado, entre la masculina ese dato llega a 70,2%, según las cifras del Dane a diciembre de 2023. | Foto: Getty Images

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La independencia financiera de las mujeres reduce la violencia: estudio de la Javeriana

Pese a que en Colombia se ha reducido la brecha de género, las desigualdades aún son muy marcadas.

Redacción Economía
9 de febrero de 2024

La independencia económica de las mujeres desempeña un papel fundamental en la reducción de los índices de violencia de género. Cuando las mujeres tienen control sobre sus propios recursos financieros, están en una mejor posición para tomar decisiones que beneficien su seguridad y bienestar.

Al no depender económicamente de sus parejas o familiares, tienen más libertad para alejarse de situaciones abusivas y buscar apoyo sin temor a perder su sustento.

Además, la independencia económica puede disminuir el poder y control que ejercen los perpetradores de violencia, al no tener la capacidad de utilizar la falta de recursos como un medio de restricción. En última instancia, al empoderar económicamente a las mujeres, se promueve una mayor igualdad de género y se crea un entorno más seguro y equitativo para todas las personas.

El empoderamiento financiero de las mujeres emerge como un paso crucial hacia la estabilidad económica de un país. Más allá de su impacto directo en la autoestima individual, este proceso constituye un poderoso medio para abordar desafíos sociales arraigados, como la desigualdad de género y la violencia de todo tipo.

Según un estudio de Datosmacro sobre la brecha de género, en 2023, Colombia ocupó el puesto 42 entre 155 países evaluados a nivel mundial. Este estudio utiliza bases de datos para analizar cómo ha variado la brecha de género anualmente. Hoy, la brecha de género en Colombia se sitúa en un 75,1 %, lo que representa una reducción con respecto al año 2022.

El empoderamiento económico transforma los roles de género dentro de los hogares y las relaciones personales de hombres y mujeres. Consolidar esto les permite a ellas reconocer y enfrentar situaciones de violencia, así como buscar el apoyo necesario.

Además, les ayuda a tomar conciencia de los distintos tipos de violencia y cómo prevenirlos en el ámbito doméstico. Les facilita el acceso a servicios de salud y psicológicos, proporcionándoles asesoramiento para actuar de manera independiente en términos económicos y reduciendo su vulnerabilidad ante la violencia.

Los equipos empresariales interfuncionales son clave para organizaciones exitosas. Los equipos interfuncionales están teniendo una reunión para realizar un análisis de procesos comerciales con enfoque en datos en una oficina empresarial tecnológica.
Los equipos empresariales interfuncionales son clave para organizaciones exitosas. Los equipos interfuncionales están teniendo una reunión para realizar un análisis de procesos comerciales con enfoque en datos en una oficina empresarial tecnológica. | Foto: Getty Images

Luz Karime Abadía, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana, realizó un estudio en el que señala que, en la actualidad, la presencia de las mujeres en el mercado laboral colombiano se encuentra muy por debajo de la de los hombres.

Mientras que el 45,6 % del total de la población femenina en edad de trabajar está ocupado, entre la masculina ese dato llega a 70,2 %, según las cifras del Dane.

Además, se enfrentan a niveles más altos de desempleo y trabajo informal. Esta disparidad evidencia la necesidad de esfuerzos considerables para combatir los estereotipos de género, que afectan negativamente al papel de las mujeres en el ámbito laboral y en la economía.

Abadía comentó: “Las elevadas desigualdades en contra de las mujeres implican tener una sociedad a media marcha. Es como un carro que no tenga las dos ruedas de un lado o un avión que no tenga una de sus alas. Entonces va, pero va como cojo, con dificultad, va sin tener todo su potencial”.

Es crucial implementar políticas públicas transversales que fomenten la equidad de género y la participación plena de las mujeres en todos los aspectos de la sociedad. A pesar de existir leyes que prohíben la discriminación salarial por motivos de género, su aplicación efectiva es insuficiente.

Las mujeres con habilidades y experiencia similares a las de los hombres enfrentan disparidades salariales significativas, que oscilan entre el 9 y el 20 % en el mercado laboral. Es fundamental exigir que las empresas divulguen las brechas salariales de género y establecer sanciones en caso de discriminación comprobada.

De esta problemática surge el proyecto Manzanas del Cuidado, iniciativa de la alcaldía de Claudia López, destinada a proporcionar alternativas económicas viables para las mujeres. En estos espacios, las mujeres acceden a varios servicios que incluyen ayuda para estudiar, emprender, encontrar empleo, descansar, hacer ejercicio, recibir orientación y asesoría jurídica y psicológica, y usar lavanderías comunitarias para lavar ropa y la de su familia, todo gratis.

Mientras las mujeres disfrutan de estos servicios, las personas a las que cuidan son atendidas en entornos diseñados para fomentar su desarrollo y promover su autonomía.

Cocinar, limpiar, lavar la ropa, barrer y cuidar a quienes lo necesitan son esenciales para el bienestar y la supervivencia, pero han recaído de manera desproporcionada en las mujeres por los estereotipos de género. Pero estas labores, conocidas como trabajos de cuidado, demandan tiempo, esfuerzo y habilidades, como cualquier otra ocupación, rara vez se remuneran o valoran según merecen.

En las Manzanas del Cuidado, las mujeres y hombres cuidadores, así como sus familias, pueden disfrutar y darse tiempo con servicios gratuitos donde pueden estudiar, emprender, ejercitarse, descansar y cuidarse.
En las Manzanas del Cuidado, las mujeres y hombres cuidadores, así como sus familias, pueden disfrutar y darse tiempo con servicios gratuitos donde pueden estudiar, emprender, ejercitarse, descansar y cuidarse. | Foto: Alcaldía de Bogotá

De acuerdo con la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) de 2017, en Bogotá, nueve de cada diez mujeres se dedicaban a trabajos de cuidado no remunerados, mientras que solo seis de cada diez hombres lo hacían. Esta disparidad también se refleja en el tiempo invertido: las mujeres destinan en promedio tres horas y once minutos más al día que los hombres en realizar labores de cuidado no remuneradas.