| Foto: United Way

NACIÓN

Primera infancia: el momento crucial para iniciar la educación

Mientras que la mayoría de gobiernos en América Latina han priorizado la inversión en el cuidado de los infantes, Colombia apenas acaba de aprobar en el Congreso la Ley de Primera Infancia. ¿Cuál es su importancia?

18 de junio de 2016

Previo al Foro Económico Mundial, se realizó en Medellín la Cumbre Empresarial por el Desarrollo de la Primera Infancia en América Latina para hacer un llamado a la acción de líderes empresariales y políticos para trabajar e invertir en la niñez del país.

La cumbre, organizada por United Way Worldwide (UWW), la ONG más grande del mundo por el monto de recursos que maneja del sector privado, contó con la presencia del presidente mundial de UWW, Brian Gallagher y Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Para Gallagher, quien exalta la importancia de invertir en educación, “ninguna organización o sector de la sociedad solo puede lograr un cambio trascendental en este campo. Tenemos que actuar juntos por un plan futuro a nivel mundial”.

Es por eso, que durante el evento se lanzó el primer Centro de Excelencia para la Educación Inicial de América Latina, proyecto que se realiza en el sector de Pasacaballos, para brindar atención a niños de este deprimido sector de Cartagena y tener un efecto demostrativo de estrategias y prácticas de la más alta calidad en materia de desarrollo infantil y educación inicial. Y es que la neurociencia muestra que el 90% del cerebro se desarrolla en los primeros 5 años de vida y por lo tanto este periodo determina las oportunidades de aprender. Según Gallagher, “para tener un buen desarrollo económico hay que invertir en desarrollo humano en general, pero sobre todo en primera infancia”.

Por su parte, Moreno sostiene que “en un país con la historia de violencia de Colombia, la clave (y el antídoto) están en la primera infancia”, dijo. “Muchos estudios demuestran que las tipologías de violencia arrancan justamente en los primeros años de vida. De tal manera que si queremos cambiar todas las formas de violencia, empezar con un niño de cinco años puede ser muy tarde”, aseguró.

El Presidente del BID puso como ejemplo el exitoso caso de Jamaica, en el que durante la década de 1980 un grupo de trabajadoras sociales visitó hogares de bajos ingresos durante una hora a la semana por dos años. En cada visita, las trabajadoras llevaban juguetes para los niños mientras trabajaban con los padres sobre técnicas de estimulación temprana y de desarrollo cognitivo.

Una generación más tarde se comprobó que los niños cuyos hogares fueron visitados por estos trabajadores sociales se convirtieron en adultos que hoy ganan un salario, 25% más alto que aquellos que no hicieron parte de esta muestra. Su coeficiente intelectual resultó en promedio 7,5 puntos más alto y hoy son adultos menos propensos a cometer crímenes y a padecer de depresión. “En un país con la historia de violencia de Colombia, esto es clave”, concluyó.

La educación empieza desde el primer día de vida

Una de las panelistas principales, Patricia Kuhl, experta en desarrollo del cerebro y educación infantil y directora del Institut for Learning & Brain Sciences de la Universidad de Washington, destacó el porqué es importante empezar a educar desde el nacimiento. “El aprendizaje empieza el primer día de la vida de un ser humano, el cerebro del niño empieza a aprender el día uno, por eso es importante entender cómo funciona el cerebro de los bebés y cómo contribuimos a su desarrollo”, dijo.

Según Kuhl, en  Estados Unidos los niños que viven en situaciones de pobreza aprenden alrededor de 30.000 palabras menos que los niños que viven en familias de clase media o profesionales.

Mientras tanto, en América Latina, la mitad de los niños menores de cinco años viven con alguna privación importante para su desarrollo. En países como Brasil, Chile, Colombia y Ecuador, sólo entre un 20% a 30% de los niños menores de 3 años tiene acceso a algún tipo de servicio de cuidado infantil.

Uno de los objetivos del evento fue acordar acciones y compromisos para que empresas y empresarios le apuesten al futuro de la primera infancia. Esto pocas semanas después que el Congreso de Colombia aprobara la Ley de Primera Infancia y cuando la mayoría de gobiernos de la región han priorizado la inversión en los más pequeños.