Un grupo de diez estudiantes de bachillerato desarrolló una ecoemulsión a partir de los residuos de aceites vegetales refritos. | Foto: Colegio La Santísima Trinidad de Bucaramanga.

EDUCACIÓN

Innovación desde las aulas

Desde el Colegio La Santísima Trinidad de Bucaramanga un grupo de estudiantes desarrolló una emulsión para reciclar el aceite y mitigar el impacto de este en las fuentes hídricas.

1 de diciembre de 2015

El aceite es uno de los grandes contaminantes del agua: un litro de este contamina mil litros del líquido vital. Conscientes de este problema, diversas empresas y grupos han desarrollado iniciativas para reutilizar los residuos del aceite de cocina ya que este material al ser tirado por los grifos no sólo obstruye las cañerías sino que al llegar a las fuentes hídricas produce una capa espesa que perjudica a las especies acuáticas al impedir el paso del oxígeno y la luz.

Una de las aplicaciones más comunes para utilizar el aceite y mitigar el impacto ambiental es fabricar biodiesel o jabones con los residuos de este. Pero en el departamento de Santander surgió una innovadora idea para reciclar este material. En el Colegio La Santísima Trinidad de Bucaramanga un grupo de diez estudiantes de bachillerato identificó que el aceite tenía la propiedad física de producir brillo, por lo cual se dieron a la tarea de desarrollar una ecoemulsión con la que se pudieran lustrar diversas superficies a partir de los residuos de aceites vegetales refritos.

“Al investigar, encontramos que en Colombia no se había desarrollado un producto así, la intención era no copiar algo que estuviera hecho por lo que nos dimos a la tarea de formular y elaborar esta ecoemulsión”, dice Orlando Burgos, coordinador del grupo de investigación Colsant, quien destaca que esta idea y todo el proceso de investigación que conlleva, también es fundamental para que los jóvenes vean lo que pueden aportar al país.

Así, Angélica María Niño, estudiante de noveno grado de esta institución, destaca que el pertenecer a un grupo en el cual se pueda investigar “es muy importante para aplicar los conocimientos adquiridos en el colegio, para tener más conciencia ecológica”. Por otro lado, destaca que cada proceso le permite perfilarse para su futuro profesional, dejar los miedos, asumir un liderazgo y ayudar a otros.

Para Burgos ha sido vital que en los últimos años se estén fomentando los proyectos científicos con el apoyo de Colciencias, pues con el presupuesto que esta entidad aporta y la promoción de la investigación, se puede crear una nueva generación de personas que creen conocimiento. “En menos de cinco años vamos a ver los resultados en los chicos pues estos están aprendiendo a ser analíticos y a conocer las técnicas y métodos para generar conocimiento”. Además, se está dando alternativas para solucionar un problemática ambiental.

En la actualidad, este proyecto, que lleva dos años, está en su segunda fase. Luego de cumplir la hipótesis de que el aceite se podía usar para brillar diversas superficies, el equipo ganó el primer lugar en la Feria nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación que se realizó este año en la Universidad Santo Tomás de Bucaramanga.

Ahora, los estudiantes y profesores se encargan de mejorar el proceso y hacer un estudio de costos para ver si es factible comercializar este producto y no descartan la importancia de realizar una tercera fase en la que se haga pedagogía para que las personas lleven el aceite a unos puntos verdes donde este se pueda reciclar y no sigan contaminando las fuentes hídricas.