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COLUMNISTA INVITADO

¿Sirve la educación virtual?

El e-learning es la tecnología disruptiva que está cambiando la forma de aprender y está transformando el mundo.

Ricardo Cocoma*
2 de diciembre de 2014

La educación presencial es excluyente geográficamente ya que solo en algunos sitios se ofrece esta formación. La educación presencial es excluyente económicamente porque la buena educación es costosa. La educación presencial también es excluyente académicamente; a medida que avanza el proceso formativo, los estudiantes con menor desempeño son apartados. Por ello, en este modelo solo una selecta minoría logra acceder al nivel adecuado de formación que les asegura éxito profesional y económico.

La educación virtual por el contrario es incluyente. Según la define Salman Khan, fundador de la Khan Academy, “es un compromiso entre tiempo y aprendizaje”. En los programas presenciales el tiempo es limitado o fijo – tenemos los 45 minutos que dura la clase – y el aprendizaje es el variable: en estos 45 minutos Paula aprendió el 100 por ciento, Felipe el 80 por ciento y Juan el 65 por ciento. En la educación virtual, en cambio, el aprendizaje es fijo – todos aprenden el 100 por ciento - y tiempo es lo variable: a Paula esta lección le tomó 20 minutos, a Felipe una hora y a Juan tres horas.

Según una investigación del Departamento de Educación de Estados Unidos en 2010, los estudiantes virtuales tienen mejor desempeño que los presenciales. Además, los estudiantes virtuales tienden a ser  auto-motivados, auto-disciplinados y auto-dirigidos.

Uno de los elementos básicos del proceso formativo es transmitir información. Algunos docentes son buenos en ello: emplean graficas, hacen comentarios graciosos, preguntas que cortan la monotonía y demás. Pero ni así supera a una computadora, que además de transmitir la información en el medio más adecuado para el estudiante: video, audio, animación, ejercicios, etcétera, puede repetirlo una, diez o cien veces sin sentirse molesto. Además, permite que el estudiante se detenga para complementar la información o solucionar dudas que le impiden comprender a cabalidad la lección. En el proceso de transmisión de la información, a un ser humano, por bueno que sea, le resulta imposible competir con un sistema de formación virtual. Esta competencia sería comparable a echarle un pulso a una Caterpillar.

Si al proceso formativo virtual se le suma el aporte del docente para inspirar, servir como modelo y atender casos atípicos tenemos entre manos un excelente modelo formativo, uno que sin duda va a permitir que en el futuro todas las personas tengan la capacidad de recibir formación adecuada, en forma independiente de sus posibilidades económicas, y sin importar el lugar donde residan o sus características personales.

El principal inconveniente con la educación virtual es que no todo lo que brilla es oro. A diferencia de lo que ocurre con el metal precioso, que puede ser oro de 24 quilates, de 18, un baño de oro, o pintura dorada, en formación virtual se tiende a creer que todo lo que viene por internet es formación virtual, y no es así. Poner un PDF (texto) en un sitio web para que el estudiante lo lea, no es e-learning; apenas equivaldría a una capa de pintura dorada.

Faltan mecanismos para calificar públicamente la calidad de los programas de e-learning, y esto ha permitido que se presente como formación virtual cosas que no lo son o que no cumplen con los requisitos mínimos. Por ello, las iniciativas orientadas a difundir la calidad de las experiencias formativas son muy importantes. La desinformación ha retrasado la difusión y aplicación de contenidos virtuales que están disponibles y que en muchos casos son gratis.

Hoy algunos países como Estados Unidos están más avanzados en este campo, pero las tasas de crecimiento de este tipo de formación en las economías en desarrollo van en aumento. Esto nos permite afirmar que en pocos años la formación virtual sobre la cual aun algunas personas hoy tienen dudas, será el estándar formativo de excelencia en todo el planeta.

*Ingeniero de Sistemas de los Andes. Master en Business Administration (MBA) de los Andes y Business Communication de Harvard.

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