A Arias se le fue la mano con la publicidad

El Consejo Nacional Electoral decidió sacar del aire una propaganda televisiva  de la campaña del precandidato Andrés Felipe Arias, la cual juntaba imágenes de los jefes guerrilleros Guillermo León Sáenz alias ‘Alfonso Cano’ y Víctor Julio Suárez, alias el ‘Mono Jojoy’, con frases editadas de discursos de Piedad Córdoba (liberal), Gustavo Petro y Jorge Robledo (del Polo).
 
El tribunal electoral consideró que la propaganda era inapropiada y a través de una resolución ordenó el retiro de la cuña televisiva, tras un análisis de su contenido.

En entrevista con Semana.com el magistrado Marco Emilio Hincapié dijo que “el CNE retira una publicidad como medida preventiva, cuando la sala determina que afecta de manera grave a otra campaña”. El magistrado dijo que no existe una ley para regular los límites a los que puede llegar una propaganda, pero que el CNE está facultado para regular, vigilar, controlar e inspeccionar las campañas. “Una cosa es la argumentación política, y otra cosa es acusar a alguien de paramilitar, guerrillero o matón”, dijo Hincapié.

En la cuña televisiva Robledo dice: “parauribismo”; Piedad Córdoba, “apátrida”; y Petro: “élites untadas de cocaína”.

Intercaladas, aparecen también expresiones del presidente venezolano Hugo Chávez quien dice: “Es un mentiroso” o “lacayo del imperio”, que corresponden a discursos contra el Presidente Uribe. Acto seguido salen las fotografías de alias Alfonso Cano y el Mono Jojoy. Luego aparece Arias diciendo: “hay dos colombianos que creen que con esto (las expresiones de los líderes políticos de izquierda) van a ganar, pero se equivocan, los conservadores y los colombianos vamos a acabar con ustedes dos y lo que representan”. (Vea la propaganda en Youtube)

El senador del Polo Jorge Enrique Robledo dijo este miércoles en la Fm, antes de que se conociera la decisión del CNE, que la propaganda tiene una “lógica corrupta”. Argumentó que “esto demuestra la desesperación de Arias”, y dijo que el precandidato recurre a la estrategia de enlodar a los demás porque es incapaz de defenderse con argumentos. “Estamos creando un monstruo”, agregó Robledo.

Como se recordará, Robledo fue quien lideró el debate de moción de censura al Ministro de Agricultura actual, Andrés Fernández, luego de que los medios de comunicación denunciaran los escándalos por favorecimientos a beneficiarios adinerados, en los cuestionados manejos del programa Agro Ingreso Seguro, que Arias diseñó.

El escándalo por los subsidios todavía le pasa su cuenta de cobro al ex ministro, quien a pesar de que logró ser conocido por la opinión, su favorabilidad registra un descenso progresivo.

En la última encuesta Ipsos-Napoleón Franco (diciembre), Arias registró una imagen negativa del 32 por ciento y su favorabilidad descendió al 30 por ciento. La misma encuesta en mayo pasado había registrado una favorabilidad de Arias del 50 por ciento. (Ver la encuesta de diciembre).

Robledo agregó que la estrategia de identificarlo con las Farc o con la guerrilla ya la han usado en su contra, pero que él ha demostrado en años de carrera pública su distancia con el grupo guerrillero.


El pasado 15 de febrero, el CNE ordenó el retiro de las vallas del partido Apertura Liberal que además de respaldar a David Murcia Guzmán, quien fue extraditado por lavado de activos a Estados Unidos, denigraba de los partidos tradicionales y utilizaba sus logos de manera indebida.

En su momento, Hincapié explicó que se erradicaría toda la propaganda negativa de la contienda electoral.

Sin embargo, según indicó el mismo Robledo, el video está hecho de manera que no acusa directamente de guerrilleros a los contradictores políticos del actual gobierno.

En entrevista con Semana.com Camilo Rojas, el estratega de la propaganda de Arias, dijo que el mensaje decía claramente que “hay dos colombianos (‘Cano’ y ‘Jojoy’) que se benefician con las frases de Piedad, Chávez Robledo y Petro. Pero eso no es una ofensa. En cambio, las vallas de Apertura Liberal si recurrían al agravio”.

Rojas dijo que con el retiro de la propaganda se sentaba un precedente negativo para la libertad de opinar, pues en su criterio no hay “un país celoso de la democracia, que censure la expresión política”.

La identificación de los opositores de Uribe con Chávez o con las Farc, o con los dos, la han intentado otras campañas. Por ejemplo, el año pasado el senador de La U, Armando Benedetti, lanzó una estrategia publicitaria contra los mandatarios Chávez y Rafael Correa de Ecuador.

En varios puntos de la capital colombiana aparecían fotos de los mandatarios con los ojos cerrados. La campaña se llamaba “eeey despierta”, y en la parte inferior de las vallas decía: “No puede ser posible que le demos el manejo de los asuntos públicos a personas a quienes jamás daríamos el manejo de nuestros asuntos privados”.

Otros, como el defensor de la reelección Rodrigo Rivera han hecho declaraciones que llevan mensajes implícitos en el mismo sentido. “En una competencia abierta, estrecha y con fuerte interferencia de dólares o petrodólares del exterior, las Farc pueden tener el caldo de cultivo perfecto para repetir la historia del 98 cuando ellos escogieron al Presidente de la República”, dijo a finales del año pasado, en clara alusión a la elección de Andrés Pastrana.

La explotación de la imagen del adversario en política es tan antigua como la misma capacidad de comunicarse. En la polémica propaganda de Arias, se dedica más del 50 por ciento del tiempo a las frases de los líderes políticos de izquierda, las que se encadenan con Chávez y los jefes de las Farc, para pretender identificarlos.

Pero puede ser peor. La expresión “los conservadores y los colombianos vamos a acabar con ustedes dos y lo que representan” puede servir de combustible para legitimar no solo un ataque o la eliminación de los fugitivos de la justicia relacionados en el mensaje, sino de los dirigentes que aparecen en él.

Robledo dijo que el mensaje de Arias lo podía poner en riesgo.

“En la guerra como en el amor, todo se vale”, dice el viejo adagio, ya en desuso. Porque no hay que olvidar que una cosa es la guerra –ahora limitada por normas internacionales- y otra muy distinta la carrera democrática, que exige un juego limpio.  La decisión el CNE les recuerda a los estrategas de las campañas, que no todo se vale.