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La empresa Uber, con sede en San Francisco (EEUU), se ha convertido en poco tiempo en un gigante, que valorado en unos 40.000 millones de dólares, está presente en 250 ciudades de 50 países, frente a las 61 urbes de 21 países en los que operaba hace un año. | Foto: Ap

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Uber sigue en la mira de la justicia

En algunos países como España y Holanda, lo han prohibido por competencia desleal a profesionales como los taxistas, entre otras razones.

9 de diciembre de 2014

El sistema de la empresa estadounidense Uber, que conecta a pasajeros con conductores de vehículos registrados en su servicio a través de una aplicación móvil, está en el punto de mira de la justicia en muchos países. España es el último de los países que se ha prohibido este sistema, que también ha sido rechazado por la Justicia o autoridades en Holanda, Colombia, Nueva Delhi -en esta última ciudad a raíz de la acusación contra un conductor por violar a una mujer-, está en los tribunales de Portland, en el estado de Oregón (EEUU), y esta semana llegará a los de Francia.

La empresa Uber, con sede en San Francisco (EEUU), se ha convertido en poco tiempo en un gigante, que valorado en unos 40.000 millones de dólares, está presente en 250 ciudades de 50 países, frente a las 61 urbes de 21 países en los que operaba hace un año.

Un Juzgado Mercantil de Madrid aceptó la demanda de los taxistas de la capital española y ordenó hoy cautelarmente la cesación y prohibición en toda España el sistema Uber, alegando que los conductores carecen de autorización administrativa para el transporte de público y su actividad supone una competencia desleal, especialmente a los taxis. "La fluidez del mercado por internet, la velocidad de comunicación del sistema Uber, empresa participada por el buscador Google, la ubicación en el refugio fiscal, la propia dificultad de citación de la demandada" y la existencia de una actividad que "infringe las normas jurídicas de manera muy evidente en un sector regulado", requieren de esta protección cautelar, según el juez.

El magistrado español prohibió que se oferten servicios de transporte online por parte de los trabajadores de Uber y emplazó a las empresas de telecomunicaciones y a las de pago electrónico a que suspendan la transmisión, el alojamiento de datos, el acceso a las redes de telecomunicaciones o la prestación de cualquier otro servicio equivalente de intermediación en relación con la empresa.

La Justicia holandesa también prohibió el lunes esta práctica y advirtió a la empresa estadounidense Uber de que si no cierra la aplicación Uberpop podría imponerle multas de hasta 100.000 euros, y de 40.000 en el caso de los conductores. Uber opera en Colombia desde finales de 2013, en las ciudades de Bogotá y Cali, pero ante las protestas de los taxistas tradicionales, el Ministerio de Transporte advirtió el mes pasado que este servicio no es legal.

En Brasil Uber comenzó a operar el pasado junio y está presente en cuatro ciudades: Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia y Belo Horizonte, hasta ahora sin trabas por parte de las autoridades, pese a que la ley establece que el transporte público remunerado de hasta siete pasajeros es una actividad exclusiva de los taxistas. Los taxistas de Río y Sao Paulo hicieron una protesta el pasado junio para pedir la prohibición del uso de la aplicación. La ciudad de Portland (Oregón), una de las más grandes del oeste de Estados Unidos, presentó también el lunes una demanda contra Uber por operar de forma "ilegal" y ofrecer "un servicio de transporte sin regular". La empresa trabaja legalmente en más de 100 ciudades de EEUU.

En Francia, Uber opera amparada en un vacío legal desde que el pasado febrero lanzara su negocio en seis ciudades del país, servicio que utilizan unas 160.000 personas. El Tribunal de Comercio de París deberá pronunciarse el próximo viernes sobre si su filial UberPOP incurre en competencia desleal respecto a las empresas de alquiler de vehículos con chófer.

En contraste, en el Reino Unido e Irlanda Uber opera bajo el amparo del los respectivos organismo que reguladores del transporte público o taxi. La Autoridad Nacional de Transporte, que regula la actividad de los taxis, sostiene que no tiene objeciones respecto al uso de la aplicación Uber, pues considera que opera dentro la legalidad vigente en este país. En Austria, para evitar problemas, Uber es utilizado por servicios de limusinas y personas con licencia de transporte de pasajeros, no particulares.


EFE/D.com