INSOLVENCIA
‘Don Jediondo’ debe ‘hasta la risa’ y entra en reorganización empresarial
De acuerdo con el auto donde se admite a la sociedad, las obligaciones de la empresa ascienden a los $8.679 millones. Un informe de la Supersociedades reveló que durante el 2018, fueron admitidas en proceso de reorganización de pasivos un total de 529 empresas.
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La Superintendencia de Sociedades admitió en proceso de reorganización empresarial a la sociedad Don Jediondo Sopitas y Parrilla S.A.S, después que su socio fundador Pedro González admitiera que tiene grandes inconvenientes para continuar funcionando.
El famoso humorista Pedro González, quien con su personaje ‘don Jediondo’ logró crear una cadena de restaurantes afirmó que su modelo de negocio se ha visto amenazado por varios factores, entre ellos, el rápido crecimiento que tuvo la cadena y los costos de funcionamiento.
De esta forma, la compañía se acogerá al proceso de insolvencia empresarial, estipulado en la Ley 1116 de 2006. Este fue un mecanismo creado en la legislación colombiana con el objetivo que las compañías que pasan dificultades puedan seguir funcionando al tiempo que se ponen al día con sus obligaciones. En el artículo de Dinero ‘Cocido boyacense‘ encontrará más detalles de la creación de esta empresa, que en su momento tenía una oferta de compra sobre el mostrador.
Los locales de ‘Don Jediondo Sopas y Parrilla’ entrarán en un proceso de reorganización administrativa, lo cual incluye cerrar 7 restaurantes en Bogotá, Cartagena y Santa Marta, así como el despido del 10% de su nómina actual de empleados. “La empresa cometió la osadía de crecer muy rápido, entonces en menos de 15 años ya habíamos abierto como 60 puntos, algunos de ellos no eran rentables y se cerraron. Y esa es parte de la causa de la reestructuración”, explicó González.
De acuerdo con el auto No. 2020-01-028142 de la Supersociedades donde se admite a la cadena de restaurantes en el proceso, la Sociedad cuenta con obligaciones por un valor de $ 8.679.445.908. Igualmente, se indica la reestructuración para la forma en cómo se le pagará a los proveedores y finalizar los contratos de arrendamiento, principalmente en centro comerciales.
Según el documento, “en el año 2013 las ventas empezaron a disminuir, el mayor valor del IVA (que es un mayor costo de la operación porque no es posible cruzarlo dentro de la operación), el aumento de los cánones de arriendo de los locales, generan que la sociedad se apalanque con el sistema financiero en nuevos créditos, lo que aumentó el nivel de endeudamiento, generando que las utilidades operativas solo sirvan para cubrir los gastos financieros (que son la sumatoria de los leasing y de los créditos nuevos)”.
“Adicionalmente entran al mercado competidores mediante la estrategia de captación de clientes vía precios reducidos, impactando las ventas y colocando a la compañía en resultados netos en pérdida. En el año 2016, producto de las condiciones climáticas, se encarece el costo de la materia prima agrícola y se conjuga con un paro camionero de casi 2 meses, lo que ocasionó que el gasto logístico de la compañía aumentara, colocándonos en resultados de pérdida operativa”, agrega el archivo.
La admisión en este proceso tiene como propósito lograr que la compañía continúe funcionando y asimismo concretar acuerdos de pago con los acreedores a quienes ya se les tienen cuentas atrasadas por más de 90 días.
En su petición, los restaurantes presentaron cifras que permitieron establecer una disminución en sus ventas desde el año 2013 por cada local. Los documentos revelan además que existen resultados netas en perdida por el ingreso de grandes competidores en la categoría de "comida típica" que ofrecen precios más bajos.
El inicio de un sueño
Durante una entrevista para FinanzasPersonales.co, González contó que pasó por momentos difíciles para lograr convertir en realidad su emprendimiento. Ya era famoso por sus shows de comedia y por su participación en el espacio ‘La Luciérnaga’ de Caracol Radio, pero siempre tenía ‘la cosquillita’ para tener un restaurante así como el que tuvo su mamá en Sutamarchán, Boyacá.
El primer local lo tomó en arriendo en el centro comercial Plaza Imperial de Suba, pero por el nombre, no le fue muy bien. Fue cuando una amiga publicista le dio el consejo de cambiar todo el menú y empezaron a ofrecerse los platos basados en frases de doble sentido y morbo, como ‘Las pechugas de mis primas’, ‘La punta de anca de mi abuelo’ y el negocio comenzó a expandirse por su reconocimiento y servicio.
Es una empresa familiar de la que hacen parte su esposa y sus hijos y por supuesto González, que con su personaje y nombre es el que pone la cara. Si quiere ver el video completo de la entrevista, puede reproducirlo a continuación.