"Fue toda una novela"

SEMANA: ¿Cómo resumiría la semana de pasión que usted acaba de vivir?

Catalina Franco: Dolorosa e injusta, porque fui señalada de estar cuadrando la licitación del nuevo operador del relleno sanitario de Doña Juana, contrato estimado en 167.000 millones de pesos. Un periodista El Espectador, que estaba en el restaurante, al parecer escuchó fragmentos de una conversación jurídica, la malinterpretó y la publicó irresponsablemente, sin verificar las fuentes, sólo por crear una novela de corrupción.
 
SEMANA: ¿Y qué consecuencias tuvo esa noticia?

C.F.: Después, en La W le agregaron nuevos elementos que no eran ciertos. Todo terminó en un escándalo mediático infundado en el que tres personas inocentes terminamos señaladas de actos de corrupción. Yo fui declarada insubsistente y hoy tengo investigaciones en todos los organismos de control.

SEMANA: Pero ¿todavía no quedan dudas sobre su actuación?

C.F.: No, la rectificación de La W y la que esperemos haga El Espectador despejan cualquier duda que había sobre mi actuar y el de las otras personas, entre ellas mi esposo, Ariel Hernández, y el doctor Édgar González, pero no el daño que causaron a mi nombre y a mi prestigio profesional.

SEMANA: ¿Qué lección le queda de todo esto?

C.F.: Que un alcalde no puede tomar decisiones irreflexivas y apresuradas, sin siquiera escuchar las explicaciones del funcionario, sólo por no recibir golpes mediáticos a su baja popularidad. Lo otro es que los periodistas deben actuar con más responsabilidad y plegarse a los manuales que dicen cómo se debe hacer periodismo de investigación y no periodismo de corrillos.